CIUDAD DEL VATICANO, 20 diciembre 2001 (ZENIT.org).- Juan Diego, Josemaría Escrivá de Balaguer, Pío da Pietrelcina pronto serán santos, después de que este jueves Juan Pablo II aprobara tres decretos en los que se reconoce tres milagros atribuidos a la intercesión de estos beatos.
Presentó al Papa las investigaciones eclesiásticas que han llevado a este resultado el cardenal José Saraiva Martins, prefecto de la Congregación vaticana de las Causas de los Santos. Las fechas de sus canonizaciones todavía tienen que ser decididas por el obispo de Roma.
El purpurado portugués presentó al papa al beato Escrivá de Balaguer (1902-1975), fundador del Opus Dei, como «figura eminente de la Iglesia del siglo XX. Promovió con fervor incansable la santidad laical y con muchas iniciativas llevó la levadura del Evangelio en la sociedad de nuestro tiempo».
Luego habló del beato Pío da Pietrelcina (1887-1968), «hijo espiritual de san Francisco de Asís», «humilde fraile capuchino que ha sorprendido al mundo con su vida dedicada a la oración y a la escucha de los hermanos». «Su cuerpo –añadió– marcado por los estigmas, mostraba la íntima conexión entre la muerte y la resurrección que caracteriza el misterio pascual».
Saraiva Martins mencionó después al beato Juan Diego, «indígena mexicano del siglo XVI, esposo y padre de familia. Su notoriedad está ligada a la Virgen de Guadalupe, que se le apareció en 1531. El encuentro inesperado con la Madre de Dios potenció su camino de fe, comenzado en edad adulta, y le llevó a dejar su casa para dedicarse a la custodia de la primitiva capilla de Guadalupe».
El Papa aprobó, además, otros dos decretos de milagros atribuidos a dos beatos que pronto serán canonizados: el italiano Ignazio Da Santhiá (1686-1770), religioso capuchino italiano; y la italiana Benedetta Bambiagio Frassinello (1791-1858), fundadora de la Congregación de las Religiosas Benedictinas de la Providencia;
Otros cuatro decretos de reconocimiento de milagro llevarán a la beatificación del los siervos de Dios:
–Ludovico Pavoni (1784-1849), italiano, sacerdote y fundador de la Congregación de los Hijos de María Inmaculada;
–Marco Antonio Durando, italiano, sacerdote, fundador de la Congregación de las Hermanas de Jesús Nazareno(1801-1880);
–Luigi Variara, sacerdote italiano fallecido en Cúcuta (Colombia), fundador del Instituto de las Hermanas Hijas de los Sagrados Corazones de Jesús y María (1875-1923);
–María Cristina de la Inmaculada Concepción, italiana, fundadora de la Congregación de las Religiosas Víctimas Expiadoras de Jesús Sacramentado, (1856-Casoria);
Por último, el Papa aprobó cuatro decretos de reconocimiento de las virtudes heroicas de los siguientes siervos de Dios:
–Juan Nepomuceno Zegrí Moreno, español, sacerdote, fundador de la Congregación de las Religiosas de la Caridad de la Bienaventurada Virgen María de la Merced (1831-1905);
–Pedro Legaria Armendáriz, español, sacerdote y fundador de la Congregación de las Siervas de Cristo Rey (1878-1956);
–Bruno Marchesini, clérigo italiano, (1915-1938);
–María Ludovica (nombre de pila Antonina De Angelis), italo-argentina, religiosa profesa de la Congregación de las Hijas de Nuestra Señor de la Misericordia (1880-1962).
