MADRID, 21 diciembre 2001 (ZENIT.org).-El primer equipo de sacerdotes del Instituto Español de Misiones Extranjeras (IEME) partió el 17 de diciembre hacia Cuba. Su destino, la Diócesis de Ciego de Ávila, en el centro del país, dispuestos a colaborar con su trabajo con la Iglesia cubana.
El equipo, según informa la Oficina de Información de la Conferencia Episcopal Española, lo forman tres misioneros con una gran experiencia en América Latina.
Antonio López Sánchez, de la diócesis de Albacete. A sus 65 años tiene un largo recorrido por Colombia, Perú y Nicaragua. Ángel Belloso, de la diócesis de Barcelona, ha pasado 30 años en Sao Paulo (Brasil). Tiene 56 años. El tercero del equipo es Juan Pozuelo, de la diócesis de Ciudad Real. Tiene 44 años y ha trabajado en República Dominicana. Los tres van a estrenar su presencia en Cuba con los preparativos y la celebración de la Navidad.
Aunque la idea nació hace cinco años y se confirmó con la visita del Papa a Cuba, ha sido en junio de este año cuando se ha concretado. Después de algunas peticiones de obispos cubanos y tras una petición de la Conferencia Episcopal Cubana, en este mes de junio pasado el IEME visitó Cuba y, de acuerdo con los obispos cubanos y con el apoyo de la Conferencia Episcopal Española, se eligió la diócesis de Ciego de Ávila.
Esta diócesis sólo tiene 4 sacerdotes diocesanos, ningún sacerdote religioso, y tres comunidades religiosas femeninas para 445.000 habitantes. Una vez solicitado el permiso de entrada, el IEME subraya que «vemos con alegría que ya se ha concedido».
En las últimas décadas, había sido muy difícil para los misioneros el recibir el permiso de las autoridades para poder trabajar pastoralmente en la isla.
