CIUDAD DEL VATICANO, 6 enero 2002 (ZENIT.org).- Juan Pablo II pidió este sábado a los maestros católicos que promuevan «los valores humanos perennes, que descienden de la visión evangélica de la vida», con el objetivo de conseguir una escuela hecha a la medida de los alumnos.
El pontífice hizo su propuesta al recibir en audiencia a los participantes en un congreso nacional de la Asociación Italiana de Maestros Católicos ante quienes afrontó los «necesarios procesos de reforma de la escuela» que a su juicio han de favorecer siempre «las exigencias de los alumnos».
Propugnó que los centros de enseñanza se conviertan en «lugar privilegiado de promoción cultural, capaces de recuperar estima y credibilidad social».
Para ello solicitó a los profesores que transmitan «los contenidos de la religión católica con competencia, elaborando propuestas didácticas atentas a las exigencias formativas de los alumnos y respetuosas de la naturaleza y finalidades de la escuela».
Elogió la labor de los maestros católicos que debe realizarse en un clima de «diálogo abierto y, al mismo tiempo, crítico con la realidad circundante» y les alentó a que se sigan formando para poder «contribuir a la construcción de una convivencia humana pacífica y justa, fundada en el diálogo entre las culturas y la aceptación y valoración de las diferencias».