JERUSALÉN, 9 enero 2002 (ZENIT.org).- El gobierno de Israel decidió este miércoles detener las obras de construcción de la polémica mezquita de Nazaret, informó la radio publica israelí.
El centro de culto, promovido por un grupo fundamentalista islámico local, debería ser erigido en frente de la Basílica de la Anunciación.
El ministro del Hábitat y la Construcción, Nathan Chtcharansky, ha sido nombrado jefe de una comisión ministerial que en dos semanas debería proponer al gobierno una solución a la cuestión, añadió la emisora.
La Santa Sede, así como los líderes de las confesiones cristianas de Jerusalén y de diferentes países del mundo habían pedido en meses pasados al gobierno israelí que se detenga el proyecto, pues no obedece a las necesidades espirituales de los fieles musulmanes sino a la provocación del grupo integrista.
En varias ocasiones, los promotores de la construcción del templo agredieron físicamente a los peregrinos a la salida de la Basílica de la Anunciación en años pasados. El mismo Yasser Arafat y otros líderes musulmanes se oponen a la construcción de la mezquita.
Los cimientos de la construcción de la mezquita comenzaron a mitad de noviembre en un terreno de propiedad pública. El Estado de Israel aprobó la construcción de la mezquita en 1999, poniendo límites a sus dimensiones.
Nazaret, situada en Galilea, es la ciudad árabe más importante de Israel. La presencia cristiana también es significativa.