MOSCÚ, 18 enero 2002 (ZENIT.org).- El patriarca ortodoxo ruso, Alejo II, afirmó este viernes que Vladimir Putin ha adoptado una posición «sabia» al anunciar su deseo de invitar a Juan Pablo II a visitar Moscú.
El presidente ruso, en declaraciones concedidas el martes pasado al diario polaco Gazeta Wyborcza, se había declarado dispuesto a invitar al pontífice a Moscú «en todo momento» y a hacer todo lo que pudiera para reanudar las relaciones entre la Iglesia ortodoxa rusa y Roma. Ahora bien, Putin aclaró que esto no dependía sólo de él.
«Al constatar la ausencia de problemas entre Rusia y el Vaticano en el campo de las relaciones gubernamentales, el presidente ha dado a entender que una posible visita [del Papa] podría ser fructuosa sólo si los problemas entre las dos Iglesias se arreglan», subrayó el patriarca en declaraciones publicadas por la agencia Itar-Tass.
El presidente de la Federación Rusa, añadió el patriarca ortodoxo, «ha recordado con sabiduría que Juan Pablo II no es sólo el jefe de Estado del Vaticano, sino que dirige también la Iglesia católica. Esto significa que una invitación [a Rusia] debe hacerse por parte del Estado y de la Iglesia ortodoxa, una de las más grandes del mundo, que celebra la liturgia sobre tierras rusas desde hace más de mil años».
La Iglesia ortodoxa rusa se ha opuesto hasta ahora a una visita del Papa pues ve con recelo el renacimiento de las comunidades católicas de la ex Unión Soviética, que fueron sometidas a duras persecuciones. Los católicos de rito oriental en algunos lugares fueron obligados por el régimen a pasar por la fuerza a la Iglesia ortodoxa.
«Los reproches que hemos expresado al Vaticano siguen en pie», concluye el patriarca, y acusa «al Vaticano de continuar su actividad proselitista en Rusia, Ucrania y Bielorrusia».
En un gesto inesperado, el patriarca ha decidido enviar una delegación de la Iglesia ortodoxa rusa al encuentro de oración de líderes de las religiones, convocado por Juan Pablo II en Asís el 24 de enero. Su representante, según ha revelado hoy el Vaticano, será el metropolita de Volokolamsk y Jurjev, el arzobispo Bitirim. Participará también el obispo Innokentij de los fieles ortodoxos rusos en Francia.