CARACAS, 31 enero 2002 (ZENIT.org).- Mensajes de solidaridad y cariño de Conferencias Episcopales y de obispos de todo el mundo han llegado a la Iglesia en Venezuela, víctima de duros ataques verbales del presidente Hugo Chávez.
«Nos ha sorprendido y lamentamos profundamente la delicada situación por la que atraviesa la Iglesia en Venezuela. Siempre es peligroso burlarse de la Iglesia, de su doctrina, de su vida y de sus pastores, llegando al extremo de incluir al representante del Santo Padr», expresa una carta dirigida a la Conferencia Episcopal Venezolana por un grupo de líderes católicos reunidos en un foro sobre economía en Washington.
Firman la carta los cardenales Bernard Law, arzobispo de Boston; Theodore McCarrick, arzobispo de Washington; y Oscar Rodríguez, arzobispo de Tegucigalpa y presidente de la Conferencia Episcopal de Honduras.
También firman la misiva Wilton Gregory, presidente de la Conferencia Episcopal de EEUU; William Skyland, vicepresidente; Brendar O´Brien, vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Canadá; Peter Schonenbach, secretario general; Jorge Jiménez, obispo de Zipaquira (Colombia) y presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam); Carlos Aguiar (México), vicepresidente del Celam; Laurent Monsengwo, presidente del Simposio de Conferencias Episcopales de Africa y Madagascar; y Oswald Colman, secretario de la Federación de Conferencias Episcopales de Asia.
«Los acompañamos con nuestras oraciones, convencidos de las palabras del Señor Jesucristo –concluye la misiva–: No tengan miedo. Yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo´, concluyen los obispos».
El pasado domingo Chávez llamó a los obispos «tumor» del país, por no apoyar acríticamente su «revolución». En varias ocasiones, ha afirmado sin ofrecer pruebas ni detalles que forman parte de la clase corrupta del país.