Así lo hicieron a petición de la Asamblea de las Conferencias Episcopales de Africa Central (ACEAC), cuyo mayor deseo es hallar el camino de la paz en la martirizada región africana de los Grandes Lagos, según informa Radio Vaticana .
Reunidos en sesión plenaria en la capital congoleña del 24 al 28 de noviembre, los obispos examinaron el panorama actual de los tres países, constatando con gozo algunos signos de progreso, tales como la retirada de las tropas extranjeras del ex Zaire, la continuación del «diálogo intracongoleño» y las conversaciones de paz en Burundi.
Además acogieron favorablemente la publicación del informe de las Naciones Unidas sobre la explotación ilegal y el saqueo de los recursos naturales del Congo, relanzando la petición –ya formulada el pasado 17 de mayo en Kigali– de que las recomendaciones de la ONU sean aplicadas y se sancione a los responsables.
El organismo episcopal ha expresado también su deseo de que se establezca cuanto antes una indemnización para el pueblo del Congo que permita la reconstrucción de escuelas, carreteras y hospitales. En la trágica guerra de ocupación contra el pueblo congoleño –recordaron los obispos— murieron más de dos millones y medio de personas.
En el encuentro de Kinshasa, los prelados no han olvidado denunciar la difícil situación de Burundi y de la República Democrática del Congo, donde persisten los combates y la violencia contra las mujeres, los asaltos y la destrucción de las infraestructuras de la región.
