CIUDAD DEL VATICANO, 9 diciembre 2002 (ZENIT.org).- La Santa Sede ha explicado en una carta que una persona homosexual o con tendencia homosexual «no es idónea» para recibir la ordenación sacerdotal.
Así lo afirma una carta de respuesta a un obispo escrita por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y publicada en el último número de la revista «Notitiae» (noviembre-diciembre de 2002), órgano informativo de la misma Congregación vaticana.
Según explica la misiva escrita en italiano, un obispo (no se dice quién es) se dirigió a la Congregación para el Clero para preguntar si es lícito conferir la ordenación sacerdotal a varones en los que se han manifestado propensiones homosexuales.
La Congregación para el Clero, cuyo prefecto es el cardenal Darío Castrillón Hoyos, presentó a su vez la consulta a la Congregación para el Culto, que en el momento de la respuesta (16 de mayo de 2002) tenía por prefecto al cardenal Jorge A. Medina Estévez, cuya renuncia al cargo fue aceptada por Juan Pablo II el pasado 1 de octubre por razones de edad.
Para ofrecer su respuesta, como se explica en la carta, la Congregación para el Culto presentó una consulta a la Congregación para la Doctrina de la Fe, cuyo prefecto es el cardenal Joseph Ratzinger.
La misiva concentra su respuesta en un párrafo que dice así: «La ordenación al diaconado y al presbiterado de hombres homosexuales o con tendencia homosexual es absolutamente desaconsejable e imprudente y, desde el punto de vista pastoral, muy arriesgada. Una persona homosexual o con tendencia homosexual no es, por tanto, idónea para recibir el sacramento del Orden sagrado».
La Congregación para el Culto aclara que su respuesta tiene en cuenta «la experiencia que proviene de muchas causas instruidas con el objetivo de obtener la dispensa de las obligaciones que derivan de la sagrada Ordenación».