BUENOS AIRES, 13 diciembre 2002 (ZENIT.org–Aica).- La Mesa Ampliada del Diálogo Argentino convocó a cantar, el próximo 18 de diciembre a las 19, el Himno Nacional en el lugar donde cada uno se encuentre, a modo de gesto «emblemático» por la paz, en vísperas del primer aniversario de la caída del ex presidente de la Nación, doctor Fernando de la Rúa.
Algunos observadores, consideran que esa dramática fecha podría convertirse en excusa de conflictos y actos de violencia.
En un acto realizado en el patio del Cabildo Histórico de Buenos Aires, el obispo de Lomas de Zamora, monseñor Agustín Radrizzani, explicó las distintas instancias de la iniciativa, en la que participan organizaciones sociales y representantes de distintas confesiones religiosas.
Tras aclarar que «el diálogo no sólo debe reducirse a gestos, sino que debe desencadenar procesos», el prelado precisó cuál debería ser el espíritu que prime el próximo 18 de diciembre: «Nos parece importante unirnos en este gesto de pacificación donde cada argentino va a poder gritar desde donde esté, y del modo que le sugiera su conciencia, «queremos la paz»».
También hablaron el doctor Justo Carbajales, del Departamento de Laicos del Episcopado; el rabino Daniel Goldman, de la comunidad Bet-El; y Juan Carr, de la Red Solidaria, quien estuvo acompañado por Marta Canillas, madre de Juan Manuel Canillas, el joven que fue asesinado meses atrás luego de ser secuestrado.
«El día 18 es un día clave. Es un día en el que comienzan las manifestaciones. No queremos que nadie se quede quieto. Tuvimos épocas en que nadie se movía ni podía hablar. Queremos que todo el mundo se exprese pero se exprese en paz. Necesitamos comida para nuestros comedores, medicamentos para nuestros abuelos y nuestros enfermos, necesitamos útiles escolares y educación para nuestros hijos, pero lo que seguramente no necesitamos es violencia», puntualizó Carr.
Por último, el referente laico invitó a la concurrencia a colocarse una escarapela en el pecho para «mantenerla hasta el 20 y, sí es posible, toda la vida afuera o adentro del alma. Queremos una Argentina en paz».