CIUDAD DEL VATICANO, 29 enero 2003 (ZENIT.org).- La auténtica sabiduría es un don de Dios que permite ver lo verdaderamente importante desde su perspectiva, asegura Juan Pablo II.

El pontífice meditó en este don tan invocado en la Biblia, que permite descubrir el significado de la existencia, al intervenir en la audiencia general de este miércoles en la que participaron algo más de 3.000 peregrinos.

El Papa basó su meditación en el Cántico que presenta el capítulo noveno del Libro de la Sabiduría del Antiguo Testamento, en el que el creyente invoca el don de la sabiduría pues sabe que sin él «será estimado en nada».

«Es fácil intuir que esta "sabiduría" no es la simple inteligencia o la habilidad práctica, sino más bien la participación en la mente misma de Dios».

«Es, por tanto --aclaró--, la capacidad de penetrar en el sentido profundo del ser, de la vida y de la historia, yendo más allá de la superficie de las cosas y de los acontecimientos para descubrir el significado último, querido por el Señor».

Según el Papa, «la sabiduría es como una lámpara que ilumina nuestras opciones morales de todos los días y nos conduce por el camino recto».

El Papa invitó a los fieles a rezar este Cántico al inicio de la jornada «para que Dios con su sabiduría esté junto a nuestro lado y para que nos asista en nuestros trabajos diarios, revelándonos el bien y el mal, lo justo y lo injusto».

«De la mano de la Sabiduría divina nos adentramos confiados en el mundo», añadió.

La catequesis de este miércoles continuó con en la serie de meditaciones que Juan Pablo II viene dedicando a los salmos y cánticos del Antiguo Testamento. Pueden consultarse en la página web de «Zenit» en la sección dedicada a la «Audiencia del miércoles» (http://www.zenit.org/spanish/audiencia/).