El nuevo pastor, como anunció la Sala de Prensa vaticana el 5 de agosto es el sacerdote Antoine Vu Huy Chuong, de 58 años, profesor de Teología Dogmática en el Seminario Mayor Interdiocesano de Can Tho. A los diez años, en el momento de la división del país en dos partes, el pequeño Antoine se refugió en el sur, junto a millones de católicos del norte. Dos años después entró en el seminario menor de la arquidiócesis de Saigón.
La diócesis de Hung Hoà, erigida en 1960, estaba vacante desde hace 11 años, es decir, desde el 9 de mayo de 1992, tras la muerte de su obispo, monseñor Joseph Le Phung Hieu. Vientam y el Vaticano no han entablado todavía relaciones diplomáticas.
Hung Hoà es una de las circunscripciones eclesiásticas más grande de Vietnam, abarcando nueve provincias civiles, con 7.161.872 habitantes de los cuales 196.417 son católicos. Son asistidos por 77 parroquias, 17 sacerdotes diocesanos y por 102 religiosas. Cuenta, además, con 37 seminaristas que estudian filosofía y teología y con 1.762 catequistas.
En octubre del año pasado, una delegación de la Santa Sede, guiada por el entonces subsecretario para las Relaciones con los Estados, el actual arzobispo Celestino Migliore, cumplió con una visita a Vietnam, afrontando con las autoridades gubernamentales aspectos de la vida de la Iglesia católica en el país asiático. Un mes después, en noviembre, tuvieron lugar dos nombramientos episcopales como resultado de aquellos encuentros.
La visita vaticana fue intercambiada por el viceprimer ministro de la República Socialista de Vietnam, Wu Khoang, quien se encontró en el Vaticano con el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado, y con el arzobispo Jean-Louis Tauran, secretario para las Relaciones con los Estados.
En julio pasado tuvo lugar en Roma la peregrinación de miles de vietnamitas de la diáspora procedentes de varios continentes.