Así lo explica en el mensaje que ha enviado a las religiosas Ursulinas de María Inmaculada, que en estos momentos se encuentran celebrando su capítulo general en el que afrontan su misión en «un mundo en continua evolución».
«Estáis llamadas a ser «contemplativas en la acción», es decir, dispuestas a responder a las necesidades de las personas, especialmente de los jóvenes, testimoniando al mismo tiempo la urgencia de una espiritualidad profunda», escribe el Papa en el mensaje publicado por la Sala de Prensa de la Santa Sede.
Las Ursulinas de María Inmaculada fueron fundadas por la madre Brígida Morello (1610-1679), beatificada por Juan Pablo II hace cinco años.
Recordando los escritos de la religiosa, el Papa explica en su mensaje que «el secreto del apostolado consiste precisamente en saber que no hemos sido nosotros quien hemos amado a Dios, sino que ha sido Él quien nos ha amado a nosotros».
«Contemplando a Cristo, crucificado y resucitado», asegura el Papa a las religiosas, «se dilatarán los horizontes de vuestra entrega a los pobres, a los enfermos, y a cuantos se encuentran en las más apremiantes necesidades materiales y espirituales, en particular las mujeres y la juventud».
En definitiva, concluye la misiva pontificia, al describir el auténtico apostolado, es necesario dar «importancia ante todo a lo que «sois» antes que a lo que «hacéis»».
Las Ursulinas de María Inmaculada son hoy unas 750 religiosas que desempeñan su misión en Italia, Brasil y África.