RÍMINI, 29 agosto 2003 (ZENIT.org).- Según monseñor Luciano Guerra, rector del Santuario mariano en Portugal, el secreto de Fátima ha marcado decisivamente la historia del siglo XX y la de este inicio de milenio.
Es «una realidad que ha marcado el pasado, habla de nuestro presente y mira el futuro de la humanidad» constató en la exposición «Fátima en el corazón de la historia» pronunciada en Meeting por la amistad entre los pueblos, organizado por el movimiento Comunión y Liberación hasta este sábado en Rímini (Italia).
Sumergiéndose en el misterio de las apariciones de la Virgen María, que tuvieron lugar hace 86 años, el rector del Santuario de Fátima explicó: «Fátima está en el corazón que hace moverse el corazón de la historia».
«Su secreto es el más importante para la historia porque habla de guerra y de futuro», aclaró.
Como recordó monseñor Guerra, «desde agosto de 1917, año de la primera aparición de la Virgen, se sitúa en el centro del pensamiento del pueblo y de las autoridades: son numerosos los interrogantes, a partir de la autenticidad de las apariciones relatadas por los tres pastorcillos frente a una realidad que en los años 60 hace aún más vivo el contenido de los mensajes proféticos».
El rector del Santuario concluyó ilustrando la influencia de Fátima en particular en la historia reciente de Rusia, donde se puede constatar que «Fátima es un secreto que interfirió en la historia contemporánea»
«Era una molestia para los comunistas y esperanza para los cristianos. A través de la profecía, Dios pedía el sacrificio de la ideología a la religión».
En el encuentro intervino también, la periodista portuguesa Aura Miguel, una de las máximas expertas en la historia de las apariciones, para resaltar la implicación de Juan Pablo II en esta cuestión: «La actualidad del secreto de Fátima consiste en el nexo inseparable que lo une al Papa», precisó.
«Es evidente el vínculo entre la visión del hombre vestido de blanco que cae a tierra y el atentado homicida contra el Papa, quien milagrosamente sobrevivió; todo ocurrió el 13 de mayo, aniversario de la primera aparición en Fátima».
El Papa hizo que le llevaran al hospital toda la documentación relativa a Fátima y comprendió que el mensaje de la consagración al Corazón Inmaculado de María debía realizarse. «Al año de la consagración, vimos la apertura de Rusia a Occidente y la caída del muro de Berlín», recordó la periodista.
El atentado fue interpretado entonces por el Papa como la luz que hacía más claro el significado del misterio de Fátima, que aún no deja de ser actual. «Son demasiados los cristianos perseguidos todavía, y el corazón abierto a Dios es más fuerte que todos los fusiles del mundo», concluyó la periodista.
