Un grupo encabezado por Généviève Maron se encontraba de visita en Marsa Matruk, localidad turística egipcia que en los últimos años se ha convertido en lugar de vacaciones para las familias.
La tragedia comenzó cuando una niña que se bañaba en el mar fue atrapada por un remolino a metros de la orilla. La dirigente de «Chemin Neuf» se lanzó inmediatamente al agua para auxiliarla; tras algunas brazadas logró llegar a la joven y salvarla, pero quedó a su vez atrapada en la corriente.
El padre Eid, que estaba aún en la orilla, acudió en ayuda de Généviève Maron, pero la turbulencia arrastró a ambos al fondo del mar.
El suceso ha conmocionado a los católicos egipcios. Los funerales celebrados el miércoles pasado en la catedral maronita de El Cairo se convirtieron de hecho en una demostración de afecto y admiración por parte de numerosos fieles.
Acudieron a la celebración el nuncio apostólico en Egipto y el obispo de rito griego, decenas de sacerdotes y dos obispos copto-ortodoxos. En la catedral se vivieron momentos de gran emoción cuando la niña que salvó la vida gracias al heroísmo del padre Eid y de Généviève Maron subió al altar rompiendo a llorar.
Nacida de un grupo de oración, en 1973 en Lyón (Francia), Chemin Neuf (Camino Nuevo) es una comunidad católica con vocación ecuménica. Está compuesta por más de 700 miembros en misión en 30 países.
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Aug 31, 2003 00:00