El gobierno de México invita oficialmente al Papa

Lo confirma un representante del presidente Fox a los obispos

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MÉXICO, miércoles, 21 abril 2004 (ZENIT.org).- Ante los 102 obispos mexicanos que sesionan durante esta semana en Lago de Guadalupe, sede de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el secretario (ministro) de Gobernación, Santiago Creel Miranda, confirmó la invitación oficial del gobierno al Papa Juan Pablo ll, para que asista al XLVlll Congreso Eucarístico Internacional, a celebrarse el la ciudad de Guadalajara del 10 al 17 de octubre de 2004.

Debido al protocolo que guía la legislación mexicana, el presidente de la República debe cursar una invitación oficial al Sumo Pontífice para que pueda visitar el país, en su carácter de representante del Estado Vaticano. Esta formalidad ha sido ya cubierta mediante la invitación que el mismo Creel Miranda ha hecho llegar a la Santa Sede, concretamente a la secretaría de Estado.

Ante los obispos mexicanos, Creel Miranda aseguró que los trabajos para recibir por sexta vez al Pontífice en México van adelantados. Ya ha habido reuniones con la secretaría de Relaciones Exteriores, Estado Mayor Presidencial y Seguridad Pública para coordinar la logística de este acontecimiento, anhelado por los cerca de 90 millones de católicos mexicanos que en las anteriores cinco visitas del Papa Juan Pablo ll le han mostrado una indescriptible adhesión.

El Congreso Eucarístico Internacional lleva por título «La Eucaristía, Luz y Vida del Nuevo Milenio»; un tema muy querido por el Santo Padre, atendiendo a su última encíclica y a las constantes catequesis en torno a la Eucaristía como motor de unión del catolicismo en el siglo y milenio que comienzan.

En revelaciones hechas al periódico católico El Observador, monseñor Arturo Antonio Szymanski, arzobispo emérito de San Luis Potosí –quien fuera recibido el 27 de marzo pasado en audiencia privada por el Papa– aseguró que Juan Pablo ll tiene viva la esperanza de poder acudir a la cita de octubre en Guadalajara, aunque todo dependerá de su salud y del consejo de los médicos que lo atienden.

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ZENIT Staff

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