Los jóvenes han venido a Roma para participar en una semana de retiro espiritual y de vida fraterna. Algunos recibieron este lunes el sacramento de la Confirmación.
«Os invito a que vuestra peregrinación sea un momento de renovación espiritual –exhortó el Santo Padre–. Podréis discernir la voluntad del Señor, que quiere ayudaros a vivir una existencia hermosa; vuestra vida interior tendrá un hálito nuevo».
«No tengáis miedo a abrir vuestro corazón y dejar que Cristo os hable. Dedicad habitualmente tiempo a la oración y a la meditación del Evangelio», concluyó.