SANTIAGO DE COMPOSTELA, lunes, 26 abril 2004 (ZENIT.org).- En vísperas de la entrada de diez nuevos Estados miembros a la Unión Europea, los obispos de la COMECE (Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea) adoptaron el sábado un documento en el que subrayan la necesidad de mayor solidaridad en una nueva UE con disparidades sociales y económicas también mayores.
Bajo el título «Solidaridad es el alma de la Unión Europea», la declaración subraya que las próximas negociaciones sobre el presupuesto de la Unión, que entrará en vigor en 2007, deberían realizarse en este espíritu.
Los prelados declaran igualmente que la solidaridad dentro de la UE no debería utilizarse para minar la obligación de la UE de ayudar a los más pobres del mundo.
El documento «Solidaridad es el alma de la Unión Europea» –que estará disponible a través del Secretariado de la COMECE el jueves próximo– llega al término de una serie de iniciativas que los obispos de la UE han organizado para subrayar este nuevo paso en la unidad de Europa.
En efecto, el próximo 1 de mayo, Eslovaquia, Polonia, República Checa, Hungría, las tres repúblicas bálticas –Lituania, Letonia y Estonia–, la república ex yugoslava de Eslovenia y las pequeñas islas mediterráneas de Chipre y Malta entrarán en la Unión Europea.
Las iniciativas de la COMECE arrancaron del 17 al 21 de abril, con una peregrinación –«En el camino de la esperanza»– de 300 participantes de 25 países europeos –incluidos 40 obispos, sacerdotes, religiosos y laicos–, a Santiago de Compostela, que Juan Pablo II ha descrito como «la capital espiritual de Europa».
A continuación, más de un centenar de participantes de toda Europa se dieron cita en un congreso del 21 al 23 de abril en torno al documento de consulta «Abramos nuestros corazones – La responsabilidad de los católicos y el proyecto de la Unión Europea» que había lanzado la COMECE en junio de 2003.
En congreso ha concluido que el compromiso a la solidaridad, tanto en Europa como con otras regiones del mundo, y al ecumenismo en el documento debe profundizarse.
De acuerdo con un comunicado de la COMECE, a la luz de las recomendaciones del congreso y del proceso previo de consulta, el texto será reelaborado por los prelados, con la ayuda de un grupo de expertos laicos y religiosos, con la perspectiva de adoptarlo definitivamente en sus próxima asamblea plenaria del 18 y 19 de noviembre próximo.
La COMECE también eligió la ciudad española para celebrar el viernes y sábado pasado su asamblea plenaria de primavera, en la que han participado por primera vez como miembros plenos los obispos de los Estados que entrarán en la UE el 1 de mayo próximo.
En el marco del encuentro, los prelados han enviado a Juan Pablo II una carta para agradecerle su compromiso con la unidad de Europa a lo largo de su pontificado.
En las conversaciones han reafirmado su convicción de que una referencia al Cristianismo en el preámbulo de la futura Constitución de la UE constituiría un reconocimiento apropiado a la herencia espiritual y religiosa de Europa.
Igualmente debatieron una declaración con vistas a las elecciones del Parlamento Europeo —10-13 junio 2004-. El texto se publicará a principios del mes que viene.