Violenta expulsión de tribales convertidos al cristianismo en Chhattisgarh (la India)

La diócesis de Jagdalpur denuncia el suceso

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JAGDALPUR/BHUBANESWAR, miércoles, 1 diciembre 2004 (ZENIT.org).- La diócesis de Jagdalpur –en el Estado indio de Chhattisgarh– alerta de que 36 tribales convertidos al cristianismo en el pueblo de Markabeda han sido violentamente expulsados de la comunidad por parte de un grupo de rebeldes activos en la zona.

Conocidos como «Naxali», los rebeldes operan en la India central y afirman luchar, de forma violenta, por los derechos de los campesinos que se han quedado sin tierras. Está presentes sobre todo en los Estados de Jharkhand, Chhattisgarh, Madhya Pradesh, Maharashtra y Andhra Pradesh. También ellos son tribales, generalmente dalit y adivasi.

Haciéndose eco del suceso este miércoles, la agencia «Fides» de la Congregación vaticana para la Evangelización de los Pueblos constata la preocupación que ha suscitado este nuevo episodio de violencia en la comunidad católica local y en las demás comunidades cristianas.

El vicario general de la diócesis de Jagdalpur, el sacerdote carmelita Kurian Puthuman, afirma que «es la primera vez que los rebeldes se oponen a una conversión religiosa de forma tan clamorosa». «Tal vez ocurre por el hecho de que las conversiones se están multiplicando», apuntó.

Por su parte, el padre Dominic Perunilam, párroco en Narayanpur –a 20 kilómetros de Markabeda— confirmó: «Nunca hemos tenido problemas con los Naxaliti; jamás nos han atacado. Lo que a lo mejor puede haber provocado la reacción de los rebeldes es el proselitismo realizado por algunas sectas en muchos pueblos de la zona».

El tema de las conversiones suscita oposición en varios Estados de la India. Recientemente la comunidad cristiana de Orissa (India oriental) hizo un llamamiento para poner freno a las «reconversiones»: los movimientos radicales hindúes persuaden u obligan a los tribales convertidos al cristianismo a «volver a la religión hindú», una practica que definen como un «retorno a casa» (Cf. Zenit, 20 de octubre de 2004).

Los obispos locales subrayan que un medio para poner fin a este fenómeno es la educación de los tribales, a fin de que sean informados sobre su derecho a elegir libremente, en conciencia, el propio culto religioso.

En algunos Estados indios está en vigor una ley sobre libertad religiosa que requiere en cada conversión el examen y la autorización oficial de un magistrado. La Iglesia considera la medida discriminatoria, lesiva para la libertad de conciencia y anti-constitucional.

Los cristianos impulsan frecuentemente programas de desarrollo económico, social y cultural entre las poblaciones tribales, un servicio que los extremistas interpretan como «proselitismo religioso».

No sólo cientos de reconversiones forzadas de tribales al hinduismo, sino que concretamente en el Estado de Orissa, en los últimos años la violencia fundamentalista ha llevado al asesinato de muchos cristianos y a la destrucción de numerosas iglesias.

«AsiaNews» cita a facciones fundamentalistas hindúes –el «Vishwa Hindu Parishad» (ala religiosa del «Bharatiya Janata Party», al frente del gobierno del Estado) y el «Rashtriya Swayamsevak Sangh» (grupo paramilitar hindú)– como responsables desde hace años de la campaña de ataques, violencia e intimidación contra los cristianos.

Es el contexto en el que monseñor Raphael Cheenath –arzobispo de Cuttack-Bhubaneswar, en dicho Estado– invita a que los católicos sean formados «para tener una actitud de respeto y tolerancia» y mantener «buenas relaciones con las personas de otras religiones», según recogió el martes la agencia del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras (PIME).

De acuerdo con el prelado, los sacerdotes y religiosos «deben predicar y promover encuentros para difundir el mensaje de amor, paz y acogida recíproca que afecta a todas las personas».

También invita a los sacerdotes de su diócesis al encuentro con personas de otras religiones y a pasar tiempo con ellas. «Los sacerdotes deben interesarse por la salvación también de los no cristianos, porque Jesús vino para salvar a todos», subraya, señalando que en cada liturgia se debe introducir una oración de los fieles por los no cristianos.

«Es necesario crear una atmósfera de diálogo en cada parroquia: sólo en un espíritu de amistad se puede transmitir el Evangelio en un contexto multicultural y multirreligioso como el de la sociedad india», aclara monseñor Cheenath.

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ZENIT Staff

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