SANTIAGO, viernes, 17 diciembre 2004 (ZENIT.org).- Para el segundo semestre del próximo año se espera la canonización por parte de Su Santidad Juan Pablo II del beato chileno Alberto Hurtado Cruchaga, s.j., de acuerdo a la petición que hiciera llegar la Conferencia Episcopal de Chile a la Santa Sede.

El anuncio lo realizó Monseñor Manuel Camilo Vial, obispo de Temuco y presidente la Comisión Central Canonización Padre Hurtado, quien explicó que en febrero próximo se realizará el Consistorio en Roma que fijará la fecha definitiva, informa la oficina de información de la Conferencia Episcopal de Chile.

El 16 de octubre de 1994, Su Santidad Juan Pablo II beatificó al Padre Hurtado, y el 2 de abril de este año la Congregación para la Causa de los Santos aprobó un segundo milagro atribuido a su persona, dando inicio así al proceso de canonización.

La Comisión Central para la Canonización del padre Hurtado está integrada por diversas personalidades del mundo público, privado y eclesiástico, y su misión es preparar al país para este importante evento de la Iglesia chilena.

«Esta comisión tiene como objetivo principal mostrar la relevancia y la significación que posee para nuestro país la figura del Padre Hurtado y la validez de su testimonio de Jesucristo para el mundo actual», señaló Monseñor Vial.

Por su parte, el sacerdote Fernando Salas s.j., secretario ejecutivo de la Comisión, dio a conocer la campaña de publicidad desarrollada por la agencia Prolam y que acompañará este proceso bajo el eslogan «Él nos marcó el camino. Sigámoslo».

El padre Salas explicó que el eslogan quiere «reflejar que Alberto Hurtado fue movido por Jesucristo, a quien encontró muy preferencialmente entre los pobres. Lo importante es reconocer que él nos señala cómo hubiera actuado hoy día Jesucristo en medio de nosotros, y de hecho esa es la pregunta que lo caracteriza: ¿qué hubiera hecho Cristo en mi lugar?… Con vehemencia, con pasión, nos llamó entonces a seguir ese camino. La canonización es una afirmación de que el modelo de vida del Padre Hurtado es válido para todos los chilenos, para los que tienen fe y también para los que no la tienen. Sigámoslo».


El padre Alberto Hurtado, s.j. (1901-1952) es considerado como una de las figuras más destacadas en la historia de la Iglesia católica en Chile. Tras la licencia en Derecho, entró en la Compañía de Jesús. Como sacerdote, se dedicó al apostolado entre los jóvenes y a la enseñanza. Fue asistente de la Acción Católica y fundó «El Hogar de Cristo» para ayudar a los pobres sin techo.