Aunque ya se han recuperado más de 400 cadáveres, se teme que a medida que se vayan retirando las aguas la cifra de muertos se multiplique.

Según informan los responsables de la Cáritas Filipina, cuando muchas zonas aún no habían logrado recuperarse de los devastadores efectos de los huracanes «Unding» y «Violeta», el tifón «Winnie» ha dejado sepultadas bajo el lodo numerosas localidades de las Regiones III y IV de la isla de Luzón, como Infanta, Cabanatuan, Bulacan y Rizal.

Han resultado también seriamente afectadas las Diócesis de Nueva Cáceres, Gumaca, Legazpi, Calapan y Romblon.

Los damnificados, que están siendo alojados temporalmente en escuelas y viviendas prefabricadas, necesitan con urgencia productos de primera necesidad, como alimentos no perecederos, medicamentos, ropa, mantas, mosquiteras y enseres domésticos. Cáritas Filipinas ha comenzado a repartir a las víctimas en nueve de las diócesis afectadas arroz, pescado deshidratado y material de primera necesidad.

Cáritas Internacional ha lanzado una petición urgente de fondos a todas las Cáritas donantes para atender a una población estimada de 3.000 familias.

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