BUKAVU, jueves, 2 diciembre 2004 (ZENIT.org).- El arzobispo de Bukavu ha propuesto a la población congoleña, azotada por una de las guerras más sangrientas de África, caminar tras las huellas de Sor Marie-Clémentine Anuarite Nengapeta, beatificada en 1985.
«En nuestra vida hoy debemos apuntar hacia tres cualidades: el valor, la fidelidad y la caridad; para vencer el desafío de hacer más humana nuestra sociedad debemos seguir el ejemplo de Anuarite», reconoció monseñor Charles Mbogha Kambale el miércoles, memoria litúrgica y 40º aniversario del martirio de la religiosa.
Con estos términos recordó el prelado –en una nota enviada a la agencia misionera «Misna»– la importancia para la población de la República Democrática del Congo de la figura de la religiosa.
Sor Anuarite fue asesinada el 1 de diciembre de 1964 por guerrilleros de la llamada rebelión «Simba», quienes la secuestraron junto a otras hermanas de congregación. Religiosa profesa de las Hermanas de la Sagrada Familia, había nacido en Wamba (ex Zaire) el 29 de diciembre de 1939. Murió en Isiro, en cuya catedral está sepultada. El Papa la proclamó beata en Kinshasa el 15 de agosto de 1985.
El aniversario de la muerte de Sor Anuarite pone en evidencia la figura de «una mujer consagrada que, por fidelidad a su vocación y por respeto a su dignidad, aceptó padecer hasta dar la vida en el martirio», prosigue el mensaje del arzobispo Kambale.
Para el prelado –del este, una zona escenario de especial violencia–, la fecha representa una ocasión para lanzar un llamamiento a la sociedad congoleña, que atraviesa una difícil fase de transición política y que aún está «marcada por una cultura de la violencia, de la muerte y del no respeto de los derechos humanos».
Con vista a los comicios de 2005, el arzobispo de Bukavu pide «una movilización para unas elecciones justas y transparentes; un voto de conciencia que dé al país dirigentes honestos y responsables, primer paso para la reconstrucción de una nación digna y fuerte».
El proceso de transición nacional comenzó en junio de 2003 con la formación del gobierno de unidad nacional, que reúne a todos los partidos y movimientos de guerrilla congoleños, y cuya misión es preparar las elecciones generales del 2005.
Desde 1998, la guerra en el R. D. Congo, una de las más sangrientas de África, se ha cobrado la vida de tres millones y medio de personas. En el país, las potencias de la región de los Grandes Lagos se disputan el control de sus inmensos recursos naturales.
Desde Bukavu, fuentes de «Fides» alertaron el miércoles sobre la existencia de amenazas y rumores de guerra. Desde hace días, el gobierno ruandés afirma querer intervenir en el Congo para desarmar a las milicias hutu responsables del genocidio de Ruanda de 1994 y que se han amparado en el este congoleño, en particular en las provincias del Norte y Sur Kivu.