CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 5 diciembre 2004 (ZENIT.org).- Confirmando la «legítima separación de la Iglesia y el Estado», Juan Pablo II ha recordado que no puede haber separación entre la fe y la vida profesional, política y cultural de los católicos.
Así lo expresó el pontífice este sábado al encontrarse con los obispos de las provincias eclesiásticas estadounidenses de Louisville, Mobile y New Orleans al recibirles con motivo de la quinquenal visita «ad limina apostolorum».
El Papa comenzó confirmando que «cada obispo está llamado a reconocer el papel esencial e irremplazable de los laicos en la misión de la Iglesia y a permitirles desempeñar su apostolado propio».
Los católicos en la vida social y pública deben reconocer «que en todos los asuntos temporales deben guiarse según su conciencia cristiana, pues no hay actividad humana –incluso en el orden temporal– que puedas estar al margen el dominio de Dios», afirmó.
«Una reafirmación clara y autorizada de estos principios fundamentales del apostolado de los laicos ayudará a superar los serios problemas pastorales creados por un creciente fracaso en la comprensión de la comprometedora obligación de la Iglesia de recordar a los fieles su deber de conciencia de actuar según su magisterio autorizado».
«Se da una necesidad urgente de una catequesis global sobre el apostolado de los laicos que subraye necesariamente la importancia de una conciencia propiamente formada, la relación intrínseca entre libertad y verdad, así como el grave deber de cada cristiano de trabajar para renovar y perfeccionar el orden temporal, de acuerdo con los valores del Reino de Dios», indicó.
«Respetando plenamente la legítima separación de la Iglesia y el Estado en la vida estadounidense, esta catequesis debe dejar claro también que para el fiel cristiano no puede haber separación entre la fe que debe ser profesada y llevada a la práctica y el compromiso de una plena y responsable participación en la vida profesional, política y cultural», añadió.
Tras este análisis, el Papa ofreció dos consejos a los obispos estadounidenses.
«Dada la importancia de estas cuestiones para la vida y misión de la Iglesia en vuestro país, quisiera alentaros a transmitir los principios morales y doctrinales subrayando que el apostolado seglar es esencial para vuestro ministerio de maestros y pastores de la Iglesia en Estados Unidos», dijo en primer lugar.
«Quisiera invitaros también a discernir, consultando con laicos que se destaquen por su fidelidad, conocimiento y prudencia, los caminos más efectivos para promover la catequesis y una aguda reflexión sobre este importante área de la enseñanza social de la Iglesia», concluyó.
