Juan Pablo II junto a los católicos iraquíes tras los dos nuevos atentados

Destruida una iglesia y un arzobispado de Mosul

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CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 8 diciembre 2004 (ZENIT.org).- Juan Pablo II manifestó este miércoles su cercanía a los católicos iraquíes conmocionados por los dos atentados que en el día anterior destruyeron en Mosul una iglesia armenio-católica y el arzobispado caldeo.

«Expreso mi cercanía espiritual a los fieles, conmocionados por el atentado, y suplico al Señor, por intercesión de la Virgen María, que el pueblo iraquí pueda conocer finalmente tiempos de reconciliación y de paz», afirmó el Papa tras rezar el Ángelus en el día de la Inmaculada Concepción.

Según informa la agencia AsiaNews, a las 14.30 hora local, varios hombres asaltaron la iglesia católica de rito armenio situada en el barrio Wihda, en el este de Mosul.

Los asaltantes obligaron a abandonar el lugar a un guardia de seguridad y a dos personas y a continuación hicieron estallar dos bombas. Según testigos, en el atentado quedaron heridas tres personas.

Poco después, a las 16.30 horas, una banda de unos cuatro o cinco hombres armados irrumpieron en el arzobispado caldeo de la ciudad, situado junto al río Tigris, según ha informado a AsiaNews el padre Raghid Aziz Kara, único testigo del ataque.

El arzobispo Paulos Faraj Rahho, se encontraba ausente, pues estaba cumpliendo con sus compromisos pastorales.

Los asaltantes obligaron al sacerdote, que asiste al arzobispo en labores de secretaría, a abandonar el edificio, introdujeron dinamita y lo hicieron estallar. El padre Raghid Aziz Kara asegura que escuchó tres explosiones que incendiaron el arzobispado.

El arzobispado de Mosul es un moderno edificio de dos pisos, inaugurado en 1995, por el arzobispo precedente, monseñor Georges F. Garmou. Tiene una cúpula cuyo perfil exterior recuerda al de una capilla.

No ha sufrido daños la iglesia de la Virgen de la Purificación, que se encuentra a unos diez metros del arzobispado. Es venerada por los musulmanes de Mosul, a causa de la imagen de la Virgen.

La diócesis caldea de Mosul, guiada por monseñor Paulos Faraj Rahho, cuenta con 35.000 fieles y doce parroquias. Los sacerdotes diocesanos son 22, las religiosas 20, y los religiosos no sacerdotes 8.

El arzobispo Fernando Filoni, nuncio apostólico en Bagdad, ha definido los dos episodios de «gravísimos ataques cobardes contra instituciones y símbolos cristianos que no tienen posibilidad de defenderse».

En una entrevista concedida a AsiaNews, explica que la iglesia armenia «debía inaugurarse con motivo de Navidad», y esto demuestra la «falta total de respeto por los lugares sagrados y las personas» de la violencia terrorista.

El nuncio revela que el arzobispado de Mosul era «desde hace tiempo objeto de amenazas» que «ahora se han materializado puntualmente», demostrando una vez más el «carácter absurdo y la premeditación» de estos atentados.

«Los terroristas –subraya Filoni– no tienen respeto alguno por los lugares sagrados», recordando que tras los ataques estadounidenses contra Faluya «amenazaron con destruir a una iglesia por cada mezquita atacada».

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ZENIT Staff

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