Montoya fue asesinado en una fecha no precisada por integrantes de una facción de las FARC, en las riberas del río Tamaná, dijo el obispo de la diócesis de Istmina-Tadó, monseñor Alonso Llano Ruiz.
<br> Precisó que el sacerdote de 45 años había viajado para celebrar la fiesta de la Inmaculada Concepción en el municipio de Nóvita, Chocó, y su asesinato fue confirmado por una comisión que se trasladó a la región para averiguar su paradero.
«La información que el grupo guerrillero le dio a la comisión es que ellos lo habían fusilado y que no entregarían su cadáver, que ellos mismos lo habían sepultado», señaló el obispo según declaraciones según declaraciones publicadas este viernes por el diario «El Tiempo».
El obispo ha explicado que está tratando de realizar gestiones para obtener la devolución del cadáver para que los familiares del sacerdote puedan celebrar un funeral en Medellín, de donde era oriundo.
La oficina del alto comisionado para los derechos humanos de las Naciones Unidas calificó como «crimen de guerra» el asesinato de Montoya e instó a las FARC a pronunciarse públicamente sobre el «delito atroz».