Publicado íntegramente el documento vaticano sobre niños judíos bautizados de 1946

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La publicación parcial había suscitado duras polémicas

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ROMA, martes, 11 enero 2005 (ZENIT.org).- Este martes se ha publicado completamente un documento de la Nunciatura Apostólica de Francia con instrucciones de la Santa Sede sobre la devolución de los niños judíos franceses a instituciones israelitas que la Iglesia había salvado del Holocausto.

Pasajes parciales del documento, fechado el 23 de octubre de 1946, habían sido publicados el 28 de diciembre de 2004 en el diario italiano «Il Corriere della Sera» suscitando una fuerte polémica.

Según el profesor Alberto Melloni, director de la Biblioteca «G. Dossetti» de la Fundación para las Ciencias Religiosas Juan XXIII de Bolonia, quien presentaba en el diario italiano el texto, el Vaticano llegaba a pedir a los católicos que no devolvieran los niños bautizados a sus familias judías de origen.

La publicación íntegra del documento de tres páginas por parte del diario milanés «Il Giornale» este martes aclara que la «disposición» vaticana contradice esta versión. Afirma que los niños judíos deben regresar al seno de su familia.

En realidad responde a las solicitudes de las «instituciones judías» que en esos meses de 1946 trabajaban en París y en toda Europa para llevar a los niños a Palestina de cara a la fundación del nuevo Estado de Israel. En esta situación el documento dice que debe afrontarse caso por caso.

En esos momentos el nuncio apostólico en Francia era Angelo Roncalli, quien después llegaría a ser sucesor del Papa Pío XII con el nombre de Juan XXIII.

El original del documento, que se encuentra en el «Centre National des Archives de l’Église de France», archivo de la Secretaría del episcopado francés, posición «7 CE 131», ha sido encontrado por el periodista Andrea Tornielli. Zenit le ha entrevistado.

–El documento que usted ha publicado en su versión integral en «Il Giornale» fue presentado como «escalofriante» por el profesor Alberto Melloni en «Il Corriere della Sera» del 28 de diciembre. ¿Qué tiene de escalofriante?

–Tornelli: Me parece que la definición utilizada por el historiador italiano es impropia. El texto publicado por Melloni no puede ser leído sin tener en cuenta las diferentes instrucciones que dio la Santa Sede al nuncio Angelo Roncalli y, a través de él, al episcopado francés.

De estas disposiciones, aprobadas por el Papa Pío XII, se comprende claramente cómo el problema no era la restitución de los niños judíos a sus familias, sino la respuesta que había que dar a las organizaciones judías que los solicitaban y que no tenían derechos sobre ellos.

Me parece que la cautela y la necesidad de evaluar caso por caso es algo de sentido común. Es verdad que aquellas directivas expresaban lo que decía el Código de Derecho Canónico que entonces estaba en vigor y es probable que ninguno de los protagonistas de entonces hubiera comprendido la enormidad de la tragedia del Holocausto: pero esta comprensión se convirtió en patrimonio común a partir del inicio de los años sesenta, no antes.

–¿Cómo se resolvieron los problemas de los niños judíos salvados de la persecución nazi y que en algunos casos fueron bautizados?

–Tornielli: Ante todo hay que decir que la orden del episcopado francés, en conformidad con las directivas de Roma, era la de no bautizar a niños judíos salvados de la persecución. Algunos obispos franceses constataron por escrito que en algún caso esta indicación no fue respetada. Estos casos no fueron numerosos y casi todos se solucionaron con la restitución a sus familiares de los pequeños, aunque hubieran sido bautizados. Hay que decir que en este caso complejo el aspecto religioso es sólo uno de los elementos que entran en juego. De hecho, hay que tener en cuenta las legislaciones civiles, las normas sobre la adopción, etc.

–El profesor Melloni presentó este documento como una acusación contra Pío XII. ¿Qué tenía que ver el Papa con este documento?

–Tornielli: Pío XII aprobó las normas generales sugeridas por el Santo Oficio, pero en las órdenes transmitidas al nuncio Roncalli se decía explícitamente «algo muy diferente sería si los niños fueran solicitados por familiares». No se trataba por tanto de sustraer los pequeños a sus familiares.

–Según el artículo publicado por «Il Corriere della Sera», el Santo Oficio es acusado de haber redactado este documento y se afirma que Roncalli no obedeció. ¿Es verdad?

–Tornielli: En virtud de los documentos, no es posible deducir una contraposición entre Pío XII y Roncalli. El futuro Juan XXIII, en Estambul, se había entregado en cuerpo y alma a salvar a los judíos perseguidos, tal y como hicieron los representantes del Pío XII en otros países, como Giuseppe Burzio (Eslovaquia), Angelo Rotta (Hungría), Andrea Cassulo (Rumanía). Esta actividad era conocida y alentada por la Secretaría del Estado y por el Papa Pío XII.

En este caso, Roncalli transmite las indicaciones de Roma sin tomar distancias, sin comentarlas, ni siquiera en sus agendas privadas.

–Algunos temen que este artículo, publicado por «Il Corriere della Sera» complique las relaciones entre la Iglesia católica, las comunidades judías y el Estado de Israel. ¿Usted qué opina?

–Tornielli: Yo no quiero ver complots. Sólo constato que el Papa Pío XII es víctima de una leyenda negra tan consolidada que ya es muy difícil acabar con ella, incluso con documentos en la mano. Espero que esto no turbe el camino de diálogo entre la Iglesia católica y el mundo judío.

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ZENIT Staff

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