«¿Cómo no recordar la impresionante y conmovedora vigilia que presidí con cientos de miles de jóvenes en Cuatro Vientos, recordándoles que se puede ser moderno y cristiano?», reconoció en el discurso que entregó a los obispos.
Se refería al encuentro que mantuvo el 3 de mayo de 2003, en su último viaje a España, en el que participaron más de un millón de chicos y chicas.
«Ahora muchos se preparan para ir a Colonia y participar en la Jornada Mundial de la Juventud», afirmó refiriéndose a las Jornadas Mundiales que piensa presidir entre el 18 y el 21 de agosto.
«Decidles que el Papa les espera allí, bajo el lema «Hemos venido a adorarle» para, junto con coetáneos de otros países, descubrir en Cristo el rostro de Dios y de la Iglesia como «la casa y la escuela de la comunión» y amor», les pidió a los obispos.