CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 10 abril 2005 (ZENIT.org).- Los cardenales Jaime L. Sin, arzobispo emérito de Manila (Filipinas) y Alfonso Antonio Suárez Rivera, arzobispo emérito de Monterrey (México), no podrán participar en el cónclave «por razones de salud», según ha confirmado la Santa Sede.
Joaquín Navarro-Valls, portavoz vaticano, reveló después de la congregación general de cardenales de ese día que los purpurados «han comunicado» su impedimento.
De este modo, deberían ser 115 los cardenales electores (no han cumplido los ochenta años de edad) que participarán en el cónclave para la elección de un nuevo Papa que comenzará el 18 de abril, lunes.
Si la enfermedad no impide a los cardenales el viajar a Roma, pueden participar en el cónclave. De hecho, la constitución apostólica «Universi Dominici Gregis» de 22 de febrero de 1996, que establece sus normas, en el número 42 prevé que por razones de salud un cardenal elector pueda tener consigo «incluso en el período de la elección» un enfermero alojado en la Casa de Santa Marta.
Si uno o más cardenales, alojados en la Casa Santa Marta, estuvieran enfermos y no pudieran acudir a la Capilla Sixtina a votar, tres «Infirmarii» –cardenales elegidos por sorteo– se encargarán de recoger sus votos, con las debidas garantías que prevé la constitución en el número 67.