ROMA, domingo, 16 abril 2005 (ZENIT.org).- La Iglesia reza para que Dios le dé un Papa que sea «hombre de fe», «profeta» y «padre», aseguró el cardenal Juan Sandoval Iñiguez, arzobispo de Guadalajara, en la misa dominical que celebró en Roma.
El purpurado mexicano presidió en la iglesia romana que le fue asignada por Juan Pablo II, la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe y San Felipe Mártir, la eucaristía parroquial, en la que participaron varios miles de fieles romanos y algunos mexicanos.
Tras recordar a Juan Pablo II, a quien calificó de «pastor» según el corazón de Cristo, pidió las oraciones de los fieles para que, en el cónclave que comienza este lunes, salga elegido el hombre que Dios tiene pensado para la Iglesia.
Que se un «hombre de fe inquebrantable», deseó el purpurado mexicano, de 72 años, sucesor del cardenal asesinado en 1993 Juan Jesús Posadas Ocampo.
Que sea un «profeta que proclame a este mundo secularizado y hedonista» a «Cristo Resucitado», añadió el purpurado, quien recordó que ya han concluido las congregaciones generales de los cardenales para la preparación del cónclave.
Que sea «padre», «digno representante de Cristo, el Buen Pastor», concluyó.