BERLÍN, jueves, 21 abril 2005 (ZENIT.org).- El nuncio apostólico en Berlín cree que la elección del cardenal alemán Joseph Ratzinger al solio pontificio «podrá tener influencias muy positivas para la Iglesia en Alemania».
El arzobispo Edwin Josef Ender, alemán representante del Papa en Berlín, ha confesado a Zenit su «alegría» por la «feliz decisión» y subraya que le gusta especialmente constatar «las buenas reacciones que ha tenido la elección en Polonia, donde le ven como el colaborador cercano de Juan Pablo II y como la persona que llevará adelante su herencia».
El nuevo obispo de Roma tiene previsto volver a su Patria con motivo de las Jornadas Mundiales de la Juventud que se celebrarán a mediados de agosto en Colonia, según él mismo confirmó en su primer mensaje.
El arzobispo Ender destaca el «gran espíritu y formación» de Benedicto XVI y afirma con una sonrisa: «Bendito el que viene en el nombre del Señor».
Ante las críticas expresadas por algunos grupos, el representante papal en Alemania pide que se dé una «oportunidad» a este Papa y sugiere no fijarse excesivamente en su pasado: «Es muy capaz, tenemos que mirar hacia delante», propone más bien.
«Su acogida ciertamente no está envuelta del entusiasmo de la elección del Papa Juan Pablo II, pues en aquel momento las circunstancias históricas en Polonia eran muy distintas», reconoce.
«Miremos al futuro y dejemos las polémicas», anima.
«Soy optimista en lo que concierne a las relaciones ecuménicas, depende claro está de ambas partes, pero se comprometerá como lo hizo ya su predecesor», asegura.
«El cardenal Ratzinger ciertamente no necesitaba aprender ni estudiar el ecumenismo, pues ya nació en la tierra de la Reforma. Muy distinto era el bagaje de Juan Pablo II, que venía de una tierra en la que no había católicos y protestantes, sino creyentes o no creyentes», aclara el nuncio apostólico en Berlín.
«La gran reforma es siempre volver a las fuentes, al Evangelio, y él lo hará», observa. «Yo le conocí ya en 1981 cuando yo estaba en la Secretaría de Estado y le puedo decir que promete, tiene una gran talla espiritual», revela a Zenit.
«Ayer en la televisión el hermano del Papa recordaba que un día, hace años, le había comentado que le gustaba el nombre de «Benedicto» para los papas. Creo que en la decisión del nombre ha influido también su tierra natal, Baviera, poblada de monasterios benedictinos», añade el nuncio.