Un comunicado de la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Supremo Pontífice anuncia que el nuevo obispo de Roma quiere visitar la tumba del apóstol Pablo en la tarde del lunes para «expresar el lazo inseparable de la Iglesia de Roma con el apóstol de las gentes junto al pescador de Galilea».
La Basílica de San Pablo Extramuros es el templo de Roma en el que concluye todos los años la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, por lo que ha asumido un intenso carácter ecuménico, y el lugar desde el que Juan XXIII convocó el Concilio Vaticano II (25 de enero de 1959).