CASTEL GANDOLFO, lunes, 5 septiembre 2005 (ZENIT.org).- Don Juan Carlos I, rey de España, invitó a Benedicto XVI a visitar su país este lunes durante la primera audiencia que el Santo Padre le concedió junto a su esposa, la reina Sofía.
El encuentro, de carácter privado, sobre el que la Santa Sede no ofreció ulteriores informaciones, tuvo lugar en la residencia pontificia de Castel Gandolfo, donde el obispo de Roma permanece hasta el final del verano.
«He invitado al Papa a venir a España, con motivo del Encuentro Mundial de las Familias en Valencia», reveló don Juan Carlos a los periodistas reunidos en la pequeña localidad situada a unos 30 kilómetros de Roma.
En el encuentro no hubo discurso oficial y la Oficina de Información de la Santa Sede no publicó ningún comunicado sobre los temas afrontados.
Según reveló a finales de mayo el arzobispo de Valencia, monseñor Agustín García-Gasco, el Encuentro Mundial de las Familias debería celebrarse del 4 al 9 de julio de 2006 en esa archidiócesis. Había sido convocado por Juan Pablo II y confirmado por el nuevo Papa en una carta dirigida al cardenal Alfonso López Trujillo, presidente del Consejo Pontificio para la Familia con fecha del 17 de mayo de 2005.
Los reyes transmitieron a Benedicto XVI la invitación a España extendida por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps.
Los monarcas se detuvieron 32 minutos en el palacio apostólico de Castel Gandolfo, y fueron recibidos por el Papa en la sala de la Biblioteca. Ha sido la primera audiencia que Benedicto XVI concedía a una familia real. Los reyes de España ya habían saludado rápidamente al nuevo Papa con motivo del inicio solemne de su pontificado, el 24 de abril.
Don Juan Carlos consideró que «es un honor haber visto» al Santo Padre y añadió que «es muy simpático, muy abierto y muy vivo».
Doña Sofía, que iba vestida de blanco, privilegio de las reinas de España, reconoció que este Papa «es más reservado» que Juan Pablo II, «pero con sentido del humor».
En la conversación, que tuvieron durante casi todo el tiempo en italiano –el rey nació en Roma, en el exilio– el pontífice recordó su primer viaje internacional a Colonia, de 18 al 21 de agosto, con motivo de las Jornadas Mundiales de la Juventud. La reina dirigió algunas palabras en alemán, el idioma materno del Papa, quien a su vez también pronunció algunas palabras en castellano.
Según el rey, el Papa afirmó que en Colonia «a los españoles se les veía en seguida».
El regalo de los monarcas al Papa fue un códice del beato de San Millán de la Cogolla, un facsímil del original del siglo X escrito en mozárabe y románico. El Papa intercambió este gesto ofreciéndoles un rosario y una medalla de la Sede Vacante.
El viaje de los reyes a Italia tuvo como único objetivo la visita al Santo Padre. Benedicto XVI recibirá en las próximas semanas a otros miembros de familias reales y jefes de Estado, con motivo de la primera audiencia de pontificado. El rey de Jordania, Abdalá II, debería visitar al Santo Padre la próxima semana.