LA HABANA, viernes, 9 septiembre 2005 (ZENIT.org).- El cardenal Jaime Ortega Alamino, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, ha calificado de «falsas» las declaraciones del embajador de su país ante la Santa Sede en las que acusaba al episcopado de ser una pieza estratégica de Estados Unidos en Cuba.

En una entrevista fechada por la agencia italiana ASCA el pasado 3 de septiembre, el señor Raúl Roa Kourí exaltaba por un lado la postura positiva de la Santa Sede en relación con el gobierno de Cuba y al mismo tiempo «acusaba a la jerarquía católica cubana de haber tenido al respecto una postura contraria a la Sede Romana», afirma un comunicado firmado por el cardenal.

De este modo, añade el purpurado, hace caer «toda la responsabilidad de las dificultades de las relaciones Iglesia-Estado en Cuba en los obispos, ignorando cuanto corresponde al gobierno de nuestro país».

«El señor Roa Kourí presenta al Episcopado cubano históricamente casi como una pieza estratégica de Estados Unidos en Cuba», constata el arzobispo de La Habana en el documento enviado a Zenit.

«Los obispos de Cuba estamos habituados a leer artículos periodísticos de toda especie, donde se nos tilda de “colaboracionistas con el gobierno de Castro”, de apoyar a determinado grupo o líder disidente y de otras cosas contradictorias. Esto, aunque incómodo, es posible en artículos periodísticos, pero la insinuación repetida por el señor Roa de que la Iglesia en Cuba por medio de sus obispos ha respondido siempre a los poderes extranjeros es totalmente novedosa y gratuita, es fantasiosa y en boca del Embajador de Cuba ante la Santa Sede resulta verdaderamente ultrajante», afirma el comunicado.

«Sus opiniones sobre los obispos cubanos y su distanciamiento de los sacerdotes son inaceptables y falsas. Sus afirmaciones en general son tan gratuitas que no es necesario argumentar para rebatirlas», asegura el cardenal.

«El resumen apresurado de historia de Cuba hecho en la entrevista es lamentable: Antes de la independencia de Cuba la Iglesia fue anti-independentista, después de la independencia la Iglesia estuvo sometida a Estados Unidos. ¡Qué simple y qué falso!», constata el comunicado del cardenal.

«¿Dónde deja el Embajador el Seminario San Carlos, cuna de nuestra nacionalidad? --pregunta Ortega Alamino--. ¿En qué rincón de su mente queda el Padre Félix Varela, padre del pensamiento independentista cubano y tan opuesto como José Martí a cualquier sumisión de Cuba a Estados Unidos? ».

«El hecho de dividir y catalogar a los obispos cubanos en “patrióticos” y aquellos que tienen “su mente en Miami” es insultante», sigue diciendo el pastor católico.

«Este vocabulario me parece desfasado y encuentro en él unas “resonancias chinas”, en aquello de “obispos patrióticos”, que hacen que ninguno de nosotros aceptaría ser considerado ni de un grupo ni de otro. Somos todos obispos cubanos que amamos a nuestra nación, y aunque el Sr. Embajador intente negarlo, servimos a nuestro pueblo y basta».

Al principio de su entrevista, recuerda el cardenal, el señor Roa habla de tender puentes. «Me parece que sus palabras con respecto a la Iglesia en Cuba desmienten este propósito, pues sólo intentan separar. Separar a la Iglesia en Cuba de la Santa Sede. Separar a los obispos en “patrióticos” y pro-norteamericanos. Separar a los sacerdotes de los obispos...», opina.

«Esta es una vieja estrategia muy conocida de nosotros --denuncia--. Extraña manera de preparar el señor Raúl Roa Kourí los 70 años del establecimiento de relaciones diplomáticas entre el Estado cubano y la Iglesia Católica».

«Quiera Dios que estas opiniones, que crean un clima tan desfavorable en las relaciones Iglesia-Estado en Cuba, sean el producto de errores o prejuicios personales y no la fundamentación o el anuncio de una posición oficial en relación con la Iglesia católica en nuestro país», espera el cardenal.

«Esto no me parece posible, pues contrastan sus afirmaciones con otras palabras de los más altos dirigentes cubanos que tienden a crear un clima muy diverso. Se tornan así inoportunas, si no imprudentes las declaraciones del embajador», indica el comunicado.

En esta entrevista, en los párrafos que se refieren a la Iglesia en Cuba, Roa Kourí «utiliza un lenguaje irrespetuoso y a veces ofensivo, nunca empleado antes por ningún embajador de Cuba ante la Santa Sede en documentos públicos», asegura el cardenal.

«Esto constituye una desagradable sorpresa y quiero dejar constancia de nuestro rechazo total al contenido de sus palabras y a su estilo hiriente y nada conciliador», concluye el comunicado, que tiene por fecha el 7 de septiembre.