LONDRES, lunes, 5 septiembre 2005 (ZENIT.org).- El cardenal Murphy-O’Connor, arzobispo de Westminster, ha exigido la intervención del ministro británico de Asuntos Exteriores, Jack Straw, para que se elimine la cláusula del borrador de la Constitución iraquí que despoja a los cristianos y a otras minorías de sus derechos fundamentales.
El purpurado envió este viernes una carta al ministro después de que los líderes cristianos de Irak dieran una señal de alarma ante el Artículo 2(a) del proyecto de Constitución aprobado el 25 de agosto y que debería ser sometido a referéndum.
El artículo establece que «no puede aprobarse ninguna ley que contradiga las reglas del Islam».
Si bien los líderes cristianos «no ponen en cuestión el que Irak sea un país islámico, ni objetan el que el Islam sea considerado como una fuente de legislación entre otras, están alarmados por esa frase, reconoció el cardenal Murphy-O’Connor en su misiva a Straw.
El cardenal advierte que, si se mantiene la cláusula, podrían verificarse «consecuencias devastadoras» para la minoría cristiana de Irak, y «socavar fatalmente» los proyectos de Gran Bretaña a favor de una democracia estable en la región. La Constitución, alerta, constituye «una auténtica amenaza para la libertad religiosa».
El borrador será sometido al voto popular y después debería ser ratificado por la Asamblea el 15 de octubre, pero según explicó este viernes «Associated Press», en estos momentos tienen lugar discusiones para afinar el texto.
Por este motivo, desde la oficina del arzobispado de Westminster se considera que la petición del cardenal no llega «demasiado tarde».
El cardenal pide a Straw que «presione a las diferentes partes para que la Constitución preserve garantías específicas, estableciendo la igualdad de los no musulmanes, removiendo la cláusula antes mencionada».
Temiendo que de lo contrario se dé «un éxodo de cristianos de Irak», el cardenal reconoce que Gran Bretaña fracasaría en s intento de establecer la democracia si «sus derechos no fueran protegidos».
El obispo caldeo de Kirkuk, Louis Sako, en una visita que hizo a Gran Bretaña en julio advirtió que, en caso de que el Islam se convierta en la única fuente de legislación en la Constitución, los peligros para los cristianos serían múltiples: las mujeres se verían forzadas a llevar el velo, y podrían imponerse restricciones a la construcción o restauración de Iglesias.
«Si no hay nada que asegure a los cristianos sus derechos, se irán a otros países», afirmaba el obispo.
Los cristianos tienen miedo de que la Constitución apruebe, en la práctica, la imposición de la «charia», la ley islámica, en el sur, que es en su mayoría chíí.
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Sep 05, 2005 00:00