ROMA, miércoles, 21 septiembre 2005 (ZENIT.org).- Cáritas de Bolivia se encuentra en situación de máxima alerta ante la ola de emergencias naturales que se suceden en distintas regiones del país.
Según un informe remitido a la red internacional de Cáritas por Hugo Pérez Rodríguez, responsable de emergencias de la Cáritas Boliviana, este país andino sufre desde hace días el azote de un pavoroso incendio declarado en la cuenca amazónica del norte del país, en el municipio de Riberalta, y que hasta la fecha ha arrasado más de 100.000 hectáreas de selva, pastos y terrenos agrícolas.
Hasta el momento, se estima que hay unas 300 familias damnificadas y 16 comunidades campesinas afectadas por el avance de las llamas, que siguen sin ser controladas y cuya virulencia ha originado una situación de emergencia nacional.
La situación es de tal gravedad que el presidente Sandro Giordano, tras visitar la zona, ha declarado que el Estado boliviano «no tiene recursos para hacer frente a semejante fenómeno», por lo que ha solicitado ayuda a los Gobiernos vecinos para colaborar en la extinción del incendio.
Al mismo tiempo, en el departamento de Potosí, al suroeste del país, se ha registrado una oleada de fuertes nevadas y vientos huracanados que han provocado la pérdida de cientos de cabezas de ganado e importantes daños materiales en las viviendas de medio millar de familias.
Varios responsables de Cáritas Boliviana se han desplazado a la zona afectada para conocer sobre el terreno el alcance del temporal en las ocho comunidades del altiplano potosino donde se han registrado mayor número de incidencias y poner a punto las ayudas a los damnificados que se estimen necesarias.
