NYALA/CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 25 septiembre 2005 (ZENIT.org).- A pesar de la labor de las fuerzas de paz, abundan los bandidos en Darfur (Sudán), que regularmente tienden emboscadas a los convoyes que intentan hacer llegar su ayuda a una de las regiones cuya emergencia humanitaria se cuenta entre las más graves del planeta.
Así lo denunció en un comunicado del miércoles «ACT/Caritas», que vienen desarrollando conjuntamente una de las mayores operaciones de emergencia en la región de Darfur desde el comienzo del la crisis humanitaria.
«Action by Churches Together» (ACT) (www.act-intl.org) es una red de Iglesias y organizaciones ortodoxas y protestantes; «Caritas Internationalis» (www.caritas.org) es una confederación de 162 organizaciones católicas de asistencia, desarrollo y servicio social, con presencia en más de 200 países y territorios.
La región occidental de Darfur ha sido centro de sangrientos enfrentamientos –continúan escaramuzas saltándose el «alto el fuego»– que, según fuentes humanitarias, han causado entre 180 mil y 300 mil muertos y más de 2 millones de desplazados –expuestos por lo general a epidemias y malnutrición–, entre ellos cerca de 200 mil refugiados en el vecino Chad.
El estallido del enfrentamiento bélico en Darfur se sitúa hacia febrero de 2003. Acusando al gobierno sudanés de abandonar esta región porque su población es mayoritariamente negra y de financiar las milicias «janjaweed» –que siembran muerte y destrucción entre la población civil–, dos grupos rebeldes de autodefensa populares –el «Movimiento para la Justicia y la Igualdad» (JEM) y el «Ejército-Movimiento de Liberación de Sudán» (SLA-M)– se alzaron en armas contra Jartum.
En su nota fechada el 21 de septiembre en Nyala, «ACT/Caritas» reconoce que «el contingente para el mantenimiento de la paz de la Unión Africana (UA) ha restaurado con éxito la estabilidad en esta pequeña y problemática zona de Darfur (Sudán)», con sus patrullas y presencia nocturna.
Es una novedad «en un mes en el que se ha visto deteriorada la situación a causa de la inseguridad, en diversos puntos del sur y oeste de Darfur –añade–. Abundan los bandoleros, que regularmente tienden emboscadas a los convoyes humanitarios, mientras los civiles son atracados y los aldeanos se ven obligados a escapar de sus hogares».
Las fuerzas de paz se han desplegado «en la problemática zona de Mershing, a unos 87 kilómetros al norte de la ciudad de Nyala, donde la ONU y muchas otras organizaciones humanitarias tienen sus sedes».
Bjorg Mide, al frente de la acción de «ACT/Caritas» en Darfur, elogió «al contingente de la UA por la determinada respuesta a nuestra demanda, así como por haber restaurado la estabilidad y la seguridad en la zona de Mershing».
Pero añadió: «Nos preocupa mucho el incremento de la violencia en otros lugares: ataques a civiles y vehículos humanitarios. En estos últimos dos días, un convoy de tres vehículos de ACT-Caritas fue atacado dos veces. Es inaceptable y fuente de gran preocupación».
«ACT/Caritas» presionó por una intervención de la UA tras recibir informes sobre los ataques sufridos por los desplazados de los campamentos de la zona de Mershing, donde fueron asaltadas algunas personas que se alejaron del perímetro del campamento para trabajar en los cultivos o recoger leña.
Los bandidos, armados, saquearon los convoyes en carreteras secundarias con dirección a la ciudad cercana de Manawashi. En uno de esos ataques, un conductor fue asesinado con arma de fuego.
En septiembre los episodios de violencia se han incrementado. El pasado día 18 los bandidos saquearon un convoy en la carretera de Nyala a El Daein, en un lugar llamado Khor Shorum. Más de una docena de pasajeros fueron detenidos y amenazados con armas de fuego para que entregaran todas sus pertenencias; después el convoy pudo continuar su marcha a El Daein.
Al día siguiente hombres armados atacaron un convoy de dos vehículos de «ACT/Caritas» y una organización colaboradora que regresaban de El Daein por la misma carretera. Ese ataque se produjo en una localidad cercana a una aldea denominada Kassib. Los bandoleros se llevaron dinero y otros objetos de valor y luego dejaron proseguir al convoy hasta Nyala.
«La ONU y otras organizaciones internacionales nos han informado de otros episodios, con ataques armados a la población civil o a los agricultores que iban al o regresaban del mercado», alerta «ACT/Caritas».
«Con el nuevo brote de violencia, es urgente la demanda de ACT-Caritas de potenciar el contingente de la UA para el mantenimiento de la paz –expresa el comunicado–. Para finales de septiembre está previsto que el número de soldados sea incrementado de 3.000 a 7.000, ¡pero la región del Darfur es tan grande como Francia!».
«La situación en Mershing evidencia el motivo por el que ACT-Caritas demandan la presencia de más fuerzas de la UA para el mantenimiento de paz, con un mandato más determinado que pueda habilitarlos a defender a los civiles de los ataques, en lugar de solo supervisar la zona», advirtió Mide.