CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 29 septiembre 2005 (ZENIT.org–El Observador).- Benedicto XVI constató este jueves la contradicción que con frecuencia se da entre la exaltación teórica del «genio» de la mujer, y su discriminación en la vida cotidiana.
El pontífice propuso un «cambio de mentalidad» en este sentido al encontrarse con el último grupo de obispos mexicanos que cumple con su visita «ad limina apostolorum».
«En México, donde se manifiesta tantas veces el «genio» de la mujer, que asegura una fina sensibilidad por el ser humano en la familia, en las comunidades eclesiales, en la asistencia social y en otros campos de la vida ciudadana, se da a veces la paradoja de una exaltación teórica y una depreciación práctica o discriminatoria de la misma», constató el Papa.
Citó como fundamento de su propuesta la carta apostólica de Juan Pablo II, «Mulieris dignitatem» en la que constataba que el progreso unilateral que hoy vive la humanidad «puede llevar también a una gradual pérdida de la sensibilidad por el hombre, por todo aquello que es esencialmente humano».
«En este sentido, sobre todo el momento presente espera la manifestación de ese «genio» de la mujer, que asegure en toda circunstancia la sensibilidad por el hombre, por el hecho de que es ser humano», añadía el Papa Karol Wojtyla.
Benedicto XVI puso como ejemplo la «delicadeza y respeto» que Jesús mostró hacia las mujeres y propuso como desafío para «nuestro tiempo» «cambiar de mentalidad, para que sean tratadas con plena dignidad en todos los ambientes y se proteja también su insustituible misión de ser madres y primeras educadoras de los hijos».