«Una de las sectas ha construido alrededor de 300 lugares de culto en la región durante la época de Carnaval de este año», dijo el experto el 12 de abril a su regreso de un viaje a Brasil.
Y añadió: «Algunos miembros de las sectas ocupan altos cargos en la vida pública y ejercen una enorme presión política con el fin de mantener alejados a los católicos de los cargos públicos».
Kny prosiguió explicando: «En algunos barrios de Belém, la metrópolis regional, los seguidores de las sectas representan hasta el 80 por ciento de la población. A menudo, el ‘éxito’ de las sectas es debido a la falta de infraestructura y personal eclesiales. Otra razón es la extendida ignorancia religiosa: cuanto menos saben los católicos sobre su fe, tanto más fácilmente acaban siendo víctimas de las sectas, el sincretismo y los cultos afrobrasileños».
Kny recalcó la necesidad de una sólida formación religiosa del laicado, para la que «publicaciones de AIN, tales como la Biblia del Niño o el Pequeño Catecismo son excelentes herramientas».