El sacerdote, que durante más de 40 años fue director del coro de la catedral de Ratisbona (Regensburg), desde Baviera le ha enviado unas líneas para decirle lo que siempre le ha dicho en estas fechas «Oremus por invicem» («oremos el uno por el otro»).
El hermano mayor de Joseph Ratzinger hoy habló con él por teléfono, pero de todos modos le quiso garantizar por escrito su recuerdo publicando en este Domingo de Resurrección su misiva en el diario católico italiano «Avvenire».
«Querido Joseph, que tu oneroso trabajo teológico de tantos años pueda serte de orientación y ayuda para desempeñar la grandiosa tarea que te ha encomendado Dios», le desea monseñor Ratzinger.
«Que el Señor te dé inspiración espiritual e intelectual, así como fuerza física, para poder tomar las decisiones justas y encontrar las palabras adecuadas, y mantener la valentía y firmeza ante las olas, que según la secreta voluntad divina, circundan a la Iglesia y con ella también a ti», añade.
Y concluye: «Que Dios nos regale en estos últimos años de vida hacia los que nos hemos encaminado un mínimo de comunión fraterna con la alegría y el calor de antes».
Firma «tu hermano Georg».