MOSCÚ, domingo, 23 abril 2006 (ZENIT.org).- Aunque la Pascua se sitúe en fechas diferentes, «en realidad no existe ninguna diferencia entre la Pascua que celebran católicos y ortodoxos», comenta a Zenit el director de Literatura Religiosa de la Biblioteca Estatal de Literatura Extranjera en Rusia, el sacerdote ortodoxo Giorgio Chistyakov.
Este domingo, 23 de abril, igual que las Iglesias ortodoxas, el patriarcado ortodoxo de Moscú ha celebrado la Pascua, siguiendo el calendario Juliano, a diferencia de la Iglesia de rito latino, que celebró la Pascua el domingo anterior, según establece el calendario Gregoriano.
«La Pascua no puede ser católica u ortodoxa, es la Pascua de Cristo. Cristo resucitó de entre los muertos, y cuando los cristianos empezaron a celebrar la Pascua la Iglesia era una; no había divergencia entre oriente y occidente. Otra cosa fue cuando después aparecieron diferencias en los ritos. Por eso, hoy en día, la diferencia se encuentra sólo en la forma de celebrarla», comenta.
Siguiendo la explicación que brindó el padre Chistyakov, la tradición latina, romana o de occidente conservó más las características antiguas en los oficios que el rito bizantino, que es el que sigue la Iglesia ortodoxa.
«El rito bizantino se conformó alrededor de los siglos VIII, XIX y XX. En él, por ejemplo, hay oraciones cantadas de forma consecutiva que componen una parte muy especial de la misa. Sin embargo, la esencia de la celebración es la misma», recalcó.
«Las canciones antiguas de exaltación son una parte del oficio que se conservó sólo en el rito occidental. Se piensa que un principio éstas se encontraban también en el oriental, como es el caso de la costumbre de bautizar durante la Pascua que ahora se conserva en la liturgia de la vigilia pascual para occidente», añadió.
Catedrático en el Instituto de Filosofía, Teología e Historia «Santo Tomás» de Moscú, explicó también a Zenit que la celebración de la Pascua comienza para los ortodoxos el sábado por la noche y se une con la liturgia del domingo por la mañana cuando todos proclaman: «¡Jesús resucitó!».
«Aquí hay algunas diferencias en el rito --señaló--; sin embargo es necesario resaltar que éstas no minimizan el hecho de que la Pascua sea una fiesta en común. Para mí es muy rico encontrar las semejanzas entre los ritos católicos y ortodoxos porque eso expresa que todos somos discípulos de Cristo y descendemos del mismo grupo de apóstoles que estuvieron al lado de Jesús».
Se quiere con esto manifestar la alegría de que «¡Jesús resucitó, verdaderamente resucitó!» y en cierta forma, ayudar a cambiar la idea muy extendida de que para los católicos la fiesta más importante es la Navidad.
El padre Giorgio Chistyakov reconoce que esta confusión no es debida a la Iglesia, «ni al rito ni a los creyentes, sino más bien a la tradición».
«En Navidad se intercambian regalos, es más ruidosa. Pero el triduo pascual, es decir, los tres días antes de la Pascua, constituye la cumbre del año litúrgico tanto para ortodoxos como para católicos --subrayó--. Es lo más importante que sucede durante el año».
«Es por ello que precisamente el Domingo de Pascua el Papa dirige su mensaje “urbi et orbi”. En el mundo ortodoxo análogamente el Patriarca envía a los fieles el mensaje de Pascua», concluyó.
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Apr 23, 2006 00:00