CIUDAD DEL VATICANO/ZAGREB, miércoles, 26 abril 2006 (ZENIT.org).- El objetivo fundamental de la Doctrina Social de la Iglesia es la construcción de una sociedad más humana en la perspectiva de la civilización del amor, según ha tenido oportunidad de recordar el lunes en Zagreb el cardenal Renato Martino.
Del lunes al jueves, el presidente del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz recorre las capitales de Croacia, Hungría y Austria en su itinerario de presentación del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia.
Hace más de un año que el purpurado está visitando numerosas naciones de los cinco continentes para presentar este volumen sin precedentes publicado por el citado dicasterio en 2004.
Elaborado por expreso deseo de Juan Pablo II, el libro trata de exponer de manera sintética, pero exhaustiva, la enseñanza social de la Iglesia.
Se propone su lectura ante todo para sostener y animar la acción de los cristianos en el campo social, especialmente de los fieles laicos, a los que les es propio este ámbito.
En la capital croata, el purpurado italiano habló del Compendio a los trabajadores sociales y de los medios de comunicación; posteriormente, el programa incluyó la presentación, a su cargo, de la Encíclica de Benedicto XVI «Deus caritas est» a los estudiantes de teología, a los candidatos al sacerdocio y a la vida religiosa y a los fieles laicos.
La idea central de la presentación del volumen en Zagreb fue «la construcción de una sociedad más humana en la perspectiva de la civilización del amor como objetivo fundamental de la Doctrina Social de la Iglesia», explica un comunicado del dicasterio enviado a Zenit.
Aclaró el cardenal Martino que, en el contexto actual de la globalización, el texto delinea para la familia humana un humanismo integral y solidario.
Asimismo el documento «apremia a avanzar en la parte mejor de la persona y de los pueblos, sobre las energías positivas de la historia, redescubriendo el concepto fundamental del bien común, intensificando la relación entre ética y economía y reconociendo en un sano conflicto social, jamás condenado por la Iglesia, un factor de progreso a condición de que no sea un conflicto violento e ideológico», recoge el comunicado.
Con su Doctrina Social «la Iglesia busca conservar y promover en la conciencia común el sentido de la trascendente dignidad de la persona humana, no confundiéndose jamás con la comunidad política y no ligada a sistema político alguno, conjugando a la vez el principio de laicidad y el de libertad religiosa», añade.
Puntualiza la síntesis ofrecida por el dicasterio: «En una visión de la democracia como instrumento y no fin, pero tampoco como simple procedimiento, sino como sistema político de protección y desarrollo de la persona humana», el Compendio «señala en el sentido del respeto recíproco de las propias tradiciones religiosas y culturales, en el diálogo entre las religiones, en la cooperación internacional, en la cultura de la acogida, otras tantas dimensiones fundamentales que favorecen el bien supremo de la paz».
El itinerario internacional del cardenal Martino le ha llevado el martes a Budapest, en el X aniversario de la institución de la Comisión húngara de Justicia y Paz, para inaugurar un Congreso conmemorativo –bajo el título «Ley y Moral»– puntualizando la relación entre Ética y Derecho a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia trazada en el Compendio.
La presentación de la fisonomía, objetivos y actividades del dicasterio que preside es la actividad que el purpurado tiene señalada en su agenda para este miércoles, acudiendo para ello a la Fundación Húngara de Cultura, igualmente en la capital magiar.
Viena será su destino el jueves. Tras un encuentro con el presidente de la República y con el presidente del Parlamento, el cardenal Martino pronunciará el discurso introductivo del Congreso organizado por la Comisión episcopal austriaca de Justicia y Paz en la Academia Diplomática sobre el tema «Religión en el espacio público: libertad religiosa en la nueva Europa».
