Benedicto XVI recibe a la canciller alemana Angela Merkel

Libertad religiosa, Europa e Irán, entre los argumentos afrontados

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CASTEL GANDOLFO, lunes, 28 agosto 2006 (ZENIT.org).- Libertad religiosa, raíces cristianas de Europa, y situación en Oriente Medio, en particular en Irán, han sido argumentos de la audiencia que concedió este lunes Benedicto XVI a la canciller alemana, Angela Merkel.

Así lo reveló la misma Merkel a los periodistas, tras el encuentro de unos 40 minutos de duración, celebrado en la residencia pontificia de Castel Gandolfo.

La Oficina de Prensa de la Santa Sede no había emitido ningún comunicado al cierre de esta edición sobre los contenidos de su conversación. El encuentro se ha celebrado a menos de dos semanas del viaje apostólico que el Santo Padre realizará a su Baviera natal, del 9 al 14 de septiembre.

«Hemos tenido un diálogo intenso sobre la política mundial, en especial sobre la situación en Oriente Medio y sobre lo que la comunidad internacional está haciendo con Irán», explicó por su parte la canciller.

Uno de los temas centrales fue el desarrollo del actual proceso de integración europeo y el de la identidad del viejo continente.

«Soy del parecer que se necesita una identidad europea, con la forma de un Tratado Constitucional y, desde mi punto de vista, debería estar ligado al cristianismo y a Dios, pues el cristianismo ha forjado de manera decisiva a Europa», añadió, según las declaraciones de la canciller recogidas por «Radio Vaticano».

El proyecto de Tratado Constitucional, que no hacia referencia a las raíces cristianas de Europa, se encuentra actualmente estancado tras el rechazo de sendos referendos celebrados en Francia (29 de mayo de 2005) y en Holanda (1 de junio de 2005).

La misma Merkel aclaró que su encuentro con el obispo de Roma tuvo lugar en calidad de canciller de Alemania y no como líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU), aunque en el encuentro se habló también de la óptima relación de ésta con el Vaticano.

La mandataria alemana viajó en un avión privado a Roma en compañía de seis personas, entre ellas su asesor en política exterior y de seguridad, Christoph Heusgen, responsable del plan de seguridad para la visita del Papa a Baviera.

El cuarto viaje apostólico internacional, el segundo a Alemania, de Benedicto XVI tendrá entre sus etapas más significativas Munich, la ciudad de la que fue arzobispo de 1977 a 1982; el Santuario de Altötting, símbolo del catolicismo bávaro; Marktl am Inn, su pueblo natal; y Ratisbona (Regensburg en alemán), ciudad en la que fue catedrático, en la que vive su hermano, y en la que se encuentran sepultados sus familiares.

La canciller alemana, conocedora de la pasión del Papa por la música, le regaló una partitura.

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ZENIT Staff

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