El Meeting por la Amistad entre los Pueblos de Comunión y Liberación bate records

Entrevista a encargada de organizar este evento cultural

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RÍMINI, lunes, 28 agosto 2006 (ZENIT.org).- Se clausuró en Rímini, Italia, el pasado 26 de agosto, la 27a edición del Meeting por la Amistad entre los Pueblos, batiendo todos sus records precedentes: 700.000 participantes, 120 encuentros con más de 400 ponentes, 18 espectáculos, 12 exposiciones y 10 torneos deportivos.

Entrevistada por Zenit, Emilia Guarnieri, presidenta de la Asociación del Meeting por la Amistad entre los Pueblos, iniciativa promovida por Comunión y Liberación, se dice muy satisfecha: «Con la edición del año pasado, pensábamos haber llegado al máximo, en cambio la participación de este año ha sido mayor».

«Estoy especialmente contenta –observa Guarnieri–, sobre todo por los 3.041 voluntarios que han venido a Rímini de todo el mundo para ayudarnos en la organización y en la realización del Meeting . Hay chicos y chicas que han venido incluso de Kazajstán para participar y hacer posible el Meeting».

«Creo que la característica del vigésimo séptimo Meeting –añade– es la del encuentro y el diálogo», recordando la importancia que se ha dado al Islam, así como a todos los temas relacionados con la ciencia y la bioética.

«Esta es la característica del Meeting desde el principio, pretendemos crear las condiciones para quien desea confrontarse y poner sobre el tapete los diversos puntos de vista –comenta–. El Meeting no es sin embargo un escenario, nosotros indicamos el tema de fondo y los valores sobre los que podemos confrontarnos sin prejuicios».

–Temas como la píldora abortiva, la familia, los PActos Civiles de Solidaridad (PACS) entre dos personas, incluidas las homosexuales, han suscitado sin embargo reacciones polémicas…

–Guarneri: Nosotros, como católicos y como personas preocupadas de los aspectos sociales, demográficos y antropológicos de las políticas que debilitan la condición de las familias, nos hemos sentido en el deber de presentar la cuestión de la manera más clara posible. Por esto hemos titulado un encuentro «De la familia a los PACS, una mutación genética» y hemos expresado un parecer articulado y neto.

Las polémicas han sido suscitadas por algunas partes políticas que no comparten nuestra idea de familia. La cuestión es delicada porque toca los equilibrios de la mayoría que gobierna Italia en estos momentos.

–Muy discutida también las cuestiones relacionadas con el Islam…

–Guarneri: El tema del diálogo con la cultura islámica ha tenido una gran importancia en el Meeting. Por otra parte, creo que es una cuestión con la que hay que enfrentarse y hay que hacerlo de manera inteligente y razonable. A este respecto, me parece relevante el episodio de la presentación del libro «El sentido religioso», de monseñor Luigi Giussani, traducido al árabe. Es una operación culturalmente interesantísima, porque este texto puede convertirse en una ulterior ocasión de confrontación y de diálogo, no sólo sobre términos sociológicos, sino propiamente sobre términos profundos, sobre términos existenciales, con la cultura islámica. Claramente la traducción árabe de un texto como el de monseñor Giussani favorece también un debate cultural en el diálogo entre cristianos y musulmanes.

–Varias mujeres musulmanas han denunciado la condición de la mujer en las sociedades dominadas por la religión islámica.

–Guarneri: Son problemas serios, problemas de civilización que hay que afrontar de manera razonable, es decir en el respeto a la realidad y dignidad de la persona. Nuestro apoyo va a todo el que se bata por el respeto de estos derechos y el Meeting ha querido dar relevancia a quienes se baten por la dignidad de las mujeres.

–Nunca como en esta edición ha sido suscitada en varios debates la necesidad de descubrir, profundizar y reforzar la identidad cristiana. Muchas figuras de cultura laica, no de formación católica, han intervenido hablando de las raíces cristianas de la cultura europea.

–Guarneri: Es verdad. Por otra parte, nosotros hemos mantenido siempre que el diálogo y la convivencia no son el resultado de aguar la identidad sino que una identidad fuerte, basada en lo que se cree, en lo que se vive como experiencia, permite dialogar y relacionarse con los demás.

En el mundo en el que vivimos, el relativismo, el nihilismo, el laicismo y los temores están llevando hacia un empeoramiento de la vida. Entonces ¿qué se opone al nihilismo, al cinismo y al escepticismo? Es la identidad, no queda otra. Es inevitable.

Por otra parte, el Meeting es un fenómeno que impresiona porque expresa una identidad fuerte, porque los tres mil voluntarios trabajan gratuitamente porque creen en ello y en su trabajo hacen experiencia de aquello en lo que creen. Esta experiencia genera una fuerza de identidad muy profunda. Esta participación se convierte en testimonio, porque se convierte en experiencia humana.

–Usted subrayó el año pasado que el tema del Meeting se discutía anualmente con el cardenal Joseph Ratzinger, y ¿ahora que el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe ha sido elegido pontífice?

–Guarneri: Es verdad que siempre hemos discutido y profundizado el tema del Meeting con el entonces cardenal Ratzinger, así como es verdad que este año no lo hemos hecho y no sé qué sucederá el próximo año. De todas maneras, hemos anunciado ya que el tema de la XXVIII edición será: «La Verdad y el destino para el que estamos hechos».

–Muchos entre los que nunca han venido al Meeting lo imaginan como una «kermesse» con finalidades exclusivamente políticas, aunque la gran mayoría de los encuentros y de las exposiciones son culturales. ¿Que diría a quienes nunca han venido al Meeting?

Guarneri: Yo les diría que vinieran porque es un lugar de propuesta cultural. En el Meeting existe la posibilidad de encontrar a personas, historias y experiencias culturales de un nivel altísimo. Pongo algunos ejemplos: los científicos que han venido este año, en gran parte provienen de la Fundación «Templeton», que acaba de celebrar un importante seminario en San Marino. Hablamos por tanto de los niveles más altos de la ciencia mundial en los campos de la matemática y la astrofísica.

Por otra parte, las exposiciones son ejemplos de investigación y de exposición de una sensibilidad y nivel extraordinarios. Ha habido, por ejemplo, una muestra muy bella sobre el arte de los siglos XIV y XV, «Classica Majestas – El retorno a la antigüedad, de Arnolfo a Giotto», que es una relectura del arte italiano, de la escultura en especial de aquel tiempo, con el corte del clasicismo, que es de un refinamiento y una profundidad cultural altísima.

Ha habido una muestra didáctica sobre Edward Hopper, con reproducciones bellísimas que son instrumentos de conocimiento. Ha habido una muestra sobre la Vía Láctea, una sobre la revolución de Budapest de 1956 con las fotos de Erich Lessing, etc.

Los espectáculos han sido de altísimo nivel, con mucha música clásica, dos veladas con Igor Stravinski, del que ha presentado también una muestra con un vídeo sobre su vida original y extraordinaria. Conciertos con música de Mozart, Beethoven y Schubert, con una fecundidad y una riqueza de iniciativas que se notan incluso en las guías para la escucha. Lamentablemente son pocos los medios de comunicación que se dan cuenta y profundizan en los desafíos culturales que el Meeting presenta, aunque hay que decir que también en este campo vamos creciendo cada año.

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ZENIT Staff

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