ORLANDO, martes, 29 agosto 2006 (ZENIT.org–El Observador).- El estado de Florida ha sido, tradicionalmente, una entidad receptora de inmigrantes de origen hispano. En la parte central de la entidad, en la que se encuentra la diócesis de Orlando, habitan cerca de medio millón de hispanos.
Poco a poco van creciendo los canales de televisión, las revistas y los periódicos en español. Tal es el caso de «El Sentinel» («El Centinela»), publicación de la diócesis de Orlando que acaba de cumplir cinco años en circulación.
En su editorial de esta semana, el obispo de Orlando, monseñor Thomas Wenski ha dicho que «tomados como un todo, los hispanos representan una gran oportunidad y una gran esperanza para la sociedad estadounidense».
«Creo que los hispanos, sean ciudadanos de nacimiento como los puertorriqueños, o inmigrantes, pueden renovar la sociedad norteamericana porque representan un antídoto para el individualismo y el relativismo moral que ha infectado la cultura popular de Estados Unidos», observó monseñor Wenski.
Según el prelado norteamericano, los hispanos están fecundando la sociedad estadounidense por su testimonio de «entrega sincera», pues «en la mayoría de los casos, ellos han inmigrado no sólo para buscar su «propia realización», sino para poder ayudar a sus seres queridos».
En un enfoque novedoso de la inmigración, el obispo Wenski constató que «en muchos casos, venir aquí representa un sacrificio considerable para ellos al dejar atrás a sus seres queridos –no para abandonarlos, sino para ayudarlos–. Los millones de dólares enviados a sus hogares en remesas son testimonio de esta «teología de la entrega»».
En este sentido, hay que recordar que, por ejemplo los inmigrantes mexicanos transfieren a su país cerca de 20 mil millones de dólares al año, lo que representa el segundo renglón del ingreso de México, tan sólo por debajo del ingreso de las exportaciones de petróleo.
«Los inmigrantes, los hispanos en particular, que buscan una oportunidad económica en nuestra nación, aun creen en el «sueño americano»», subrayó monseñor Wenski. «Ellos creen que con «el trabajo duro», unido a una oportunidad, se puede llegar a ser alguien en este país».
Las palabras del obispo de Orlando se inscriben dentro del debate nacional sobre las reformas migratorias, que recuperará su tono cuando inicie, en septiembre, el período de sesiones del Congreso de Estados Unidos, de cara, también, a las próximas elecciones legislativas del mes de noviembre de 2006.
Monseñor Wenski apuntó que «los inmigrantes hispanos le ofrecen a Estados Unidos casi tantas oportunidades como Estados Unidos les ofrece a ellos. La mayoría de los estudios enfocan su interés a la mano de obra, a su contribución a la fuerza de trabajo. Eso no debe menospreciarse –especialmente con el bajo índice de natalidad entre las poblaciones norteamericanas más establecidas, y el cercano retiro de las personas nacidas después de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, su mayor contribución potencial -y la mayor oportunidad para Estados Unidos– es la contribución de sus valores tradicionales a la renovacion de la cultura norteamericana».
«Realmente, los hispanos con sus valores culturales y religiosos traen mucho para contribuir a la vida de nuestra nación», concluyó diciendo en su editorial de «El Sentiniel», monseñor Thomas Wenski.