«Abre nuestros corazones para que sepamos cuidarnos mutuamente, porque esta ciudad necesita que nos cuidemos más entre nosotros, que nos ayudemos a crecer en Dios, a vivir en paz y a no usarnos. No usarnos nunca y cuidar al prójimo», subrayó.
Numerosos devotos concurrieron al santuario del barrio porteño de Villa Luro, donde el cardenal Bergoglio también bendijo las imágenes de San Ramón Nonato, realizadas por las Hermanas Carmelitas, que «los mensajeros de la vida» llevarán casa por casa.
Testimonios
La celebración eucarística –que llevó por lema «abre Señor mi corazón, que no descuide a mi prójimo»– contó con la presencia del ingeniero Juan Carlos Blumberg, quien explicó que «vine a rezar por el patrono de la vida, porque lo necesitaba, por la memoria de mi hijo y porque hoy es un día muy difícil para mi».
«Mis rezos y mi fe junto a San Ramón fueron más fuertes que la ciencia y la medicina», comentó María Cecilia, que quedó embarazada a pesar de que los médicos le diagnosticaron que era estéril.
En tanto, María Cristina , que hoy tiene 50 años, relató cómo su madre se puso bajo la protección del santo tras perder cuatro embarazos e intentar un aborto, que no se practicó, por correr riesgo su vida cuando la llevaba en el vientre.
El templo de Cervantes 1150 recibió un multitud de fieles, en especial embarazadas o matrimonios con deseos de tener un hijo, quienes fueron bendecidos por el párroco, presbítero Juan Carlos Ares. También se entregaron escarpines y se pidió a las futuras mamás que cuando nazcan sus bebés traigan escarpines para aquellas que están en la misma situación.
Por su parte, el capellán del hospital de agudos Teodoro Álvarez, presbítero Andrés Tello, presidió una misa en la que bendijo las manos de obstetras y parteras, y el director de la Comisión Arquidiocesana de Defensa de la Vida, padre Alberto Bochatey, una misa por la familia.