Papúa Nueva Guinea: 25 años del retorno del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras

Una semana de celebraciones

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GOODENOUGH, domingo, 1 octubre 2006 (ZENIT.org).- Veinticinco años hace que regresó el Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras (PIME) a Papúa Nueva Guinea, un aniversario celebrado el 17 de septiembre con la solemne consagración de la iglesia de Mataita, localidad situada en la misión de Bolu Bolu (isla de Goodenough, diócesis de Alotau).

La apertura de la nueva iglesia, dedicada a San Miguel, «corona años de trabajo de la comunidad católica de Mataita y del padre Lorenzo Frosio, sacerdote de la diócesis [italiana] de Bérgamo asociado al PIME y responsable de la misión de Bolu Bolu», informa el Instituto.

Y es que fue a Bolu Bolu donde, en 1981, iniciaron la presencia de los misioneros del PIME el padre Cesare Bonivento –actualmente obispo de Vanimo- y el padre Giulio Schiavi.

Ello era en realidad un «retorno», pues fue Papúa la primera misión del Seminario para las Misiones Extranjeras de Milán –actualmente PIME- en 1853.

Aquella primera experiencia misionera del XIX concluyó rápidamente por las enormes dificultades encontradas, que culminaron con el martirio del beato Giovanni Mazzucconi en 1855.

Presidió la reciente consagración de la nueva iglesia monseñor Francesco Panfilo sdb, obispo de Alotau.

Entre las personalidades civiles y religiosas presentes se contó David Gordon-Macleod, alto comisionado británico en Papúa, el padre Luigi Bonalumi, vicario general del PIME, y una representación de misioneros y misioneras que desarrollan su labor en la dióceisi de Alotau.

Además de subrayar el trabajo de los misioneros del PIME en la isla de Goodenough, monseñor Pánfilo recordó a los presentes que la nueva iglesia es símbolo visible de una Iglesia viva en Cristo, en la que todos deben tomar parte.

La fiesta de los más de 3.000 participantes, al término de la solemne celebración litúrgica, duró hasta entrada la noche; no faltaron danzas, cantos y trajes tradicionales para señalar el evento.

Las celebraciones de este 25º aniversario concluyeron el domingo 24 de septiembre, en la catedral de Alotau, con una solemne Eucaristía que presidió el obispo local.

En Papúa Nueva Guinea, país de cinco millones y medio de habitantes, los católicos constituyen el 22% de la población, siendo también en proporción muy numerosas las denominaciones surgidas de las Reforma protestante y los anglicanos, así como los seguidores de creencias indígenas.

El PIME nació el 30 de julio de 1850 en Saronno (Milán), del corazón de Pío IX, quien dio un fuerte impulso a las misiones extranjeras. Su configuración propiamente dicha como Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras se debe a la voluntad de Pío XI.

Ha recorrido su historia el carisma de acudir a las fronteras extremas de la cristiandad como una preciosa herencia de fundación, y se ha manifestado en diversas ocasiones aceptando de la Santa Sede misiones de las que otros no podían hacerse cargo.

En 155 años de existencia, con un número limitado de misioneros –sacerdotes y laicos consagrados-, el PIME ha fundado 40 diócesis, sobre todo en Asia, pero también en otros continentes. Sigue desarrollando su labor en cerca de una veintena de países de los cinco continentes.

En sus años de vida, el Instituto ha dado a la Iglesia 18 mártires, 1.700 misioneros, 70 obispos o prefectos y vicarios apostólicos.

Tiene, por ahora, un santo -Alberico Crescitelli, martirizado en China (1863-1900)- y dos beatos, Giovanni Mazzucconi –mártir en Oceanía (1926-1855)- y Paolo Manna (1872-1952) -fundador de la «Pontificia Unión misionera del clero y de los religiosos».

Actualmente tiene además en proceso las causas de canonización del fundador, monseñor Angelo Ramazzotti (1800, fallecido Patriarca de Venecia en 1861); de dos misioneros en Birmania –el padre Clemente Vismara (1897-1988) y el hermano Felice Tantardini (1898-1991)-; del padre Carlo Salerio (1827-1870) –misionero en Oceanía y fondador de las Hermanas de la Reparación-, del padre Alfredo Cremonesi (1902-1953) y del padre Mario Vergara (1910-1950), ambos mártires en Birmania; y del doctor Marcello Candia (1916-1983) –misionero laico milanés que trabajó con los misioneros del PIME en Amazonia-.

Más información: http://www.pime.org

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ZENIT Staff

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