CASTEL GANDOLFO, domingo, 1 octubre 2006 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha hecho llegar este domingo palabras de aliento a cuantos trabajan por dignificar la situación de cuantos viven en las periferias urbanas degradadas.
Después de rezar el Ángelus ante miles de fieles y peregrinos en Castel Gandolfo, el Papa recordó que el lunes se celebrará la Jornada Mundial por el «Hábitat», convocada por las Naciones Unidas y dedicada este año al tema «Ciudades, imanes de esperanza».
«La gestión del rápido proceso de urbanización, consecuencia también de la cada vez más relevante emigración hacia las ciudades, representa uno de los problemas más graves que la humanidad del siglo XXI está llamada a afrontar», reconoció el Santo Padre.
«Expreso mi aliento a cuantos, a nivel local e internacional, trabajan para que a las personas que viven en las periferias degradadas les sean aseguradas condiciones dignas de vida, la satisfacción de las necesidades fundamentales y la posibilidad de realizar sus propias aspiraciones, en particular en el ámbito familiar y en una convivencia social pacífica», dijo Benedicto XVI.
El primer lunes de octubre es el momento que señaló la ONU para celebrar anualmente la Jornada Mundial del «Hábitat».
La iniciativa busca reflexionar sobre el estado de los asentamientos humanos y los derechos básicos de un alojamiento adecuado para todos.
Igualmente intenta recordar al mundo su responsabilidad colectiva en el futuro del hábitat humano.
El tema de este año llama la atención sobre el hecho de que el mundo está siendo testigo de la mayor migración, de la historia, de pueblos hacia ciudades.
Recuerda la ONU que en 1950 un tercio de la población mundial vivía en ciudades; 50 años después esta proporción se había elevado a la mitad.
En esta edición 2006, la ciudad italiana de Nápoles será sede de la celebración de la Jornada Mundial del «Hábitat».
Más información: http://www.unhabitat.org/