CARACAS, lunes, 9 octubre 2006 (ZENIT.org).- Al clausurarse el Concilio Plenario de Venezuela, los obispos del país publicaron el 6 de octubre una exhortación pastoral en la que piden al gobierno evitar una «educación ideologizada e ideologizante».
En el documento, los prelados vuelven a expresar su preocupación, ya manifestada al presidente Hugo Chávez, en una carta enviada en julio de 2006, «con relación a la orientación de la educación, a los agentes educativos y a la enseñanza religiosa en las escuelas».
«En los últimos meses se han producido numerosas intervenciones de diferentes voceros del Gobierno en las que han declarado su decisión de imprimirle al sistema educativo una orientación ideológica al servicio de una parcialidad política determinada», constatan los prelados.
«En nuestros contactos pastorales con gente muy diversa y de diferentes preferencias políticas, comprobamos la convicción generalizada de que en la educación se juega el futuro del país, y también de que no puede ser impuesta ninguna orientación sin tomar en cuenta el parecer y los intereses de todos los sectores del mismo», afirman, citando la anterior misiva enviada al presidente Chávez.
Según la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, recuerdan, «la educación es un servicio público y está fundamentada en el respeto a todas las corrientes del pensamiento, con la finalidad de desarrollar el potencial creativo de cada ser humano y el pleno ejercicio de su personalidad en una sociedad democrática».
«La Constitución --insisten los obispos-- descarta una educación ideologizada e ideologizante y plantea una educación abierta, en base a un pluralismo educativo, que responda a la esencia de todo el proceso educativo, que consiste en suscitar el crecimiento integral de la persona, de sus cualidades y valores para actuar con libertad».
«La educación no debe estar al servicio de un proyecto partidista, fuere el que fuere, ni ser instrumento de adoctrinamiento político –subraya la exhortación pastoral--. Está al servicio primario del ser humano y debe respetar todas las corrientes de pensamiento que no entren en contradicción con los preceptos constitucionales».
Según los prelados, el gran reto que tiene Venezuela es el de «una educación de calidad para todos».
«El fortalecimiento de la formación en valores, en la solidaridad y responsabilidad ciudadana y para la capacidad productiva, hoy más necesarios que nunca, conducirá a cada venezolano a una vida orientada por la ética y a la superación de la pobreza», asegura el texto.
«No olvidemos que formar al ciudadano del mañana en valores éticos y principios morales pasa por la religión, como lo afirmó el Libertador: "Moral y luces son nuestras primeras necesidades"; y "la moral sin la religión carece de fundamento"», afirman citando a Simón Bolívar.
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Oct 09, 2006 00:00