La canonización de monseñor Guízar y Valencia, 55 años de preparación

Revelaciones de su sucesor, monseñor Sergio Obeso Rivera, arzobispo de Xalapa

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ROMA, lunes, 16 octubre 2006 (ZENIT.orgEl Observador).- «Tras el mandato del Papa de inscribir entre los santos a Rafael Guízar Valencia, hay cincuenta y cinco años de un intenso trabajo», revela a ZenitEl Observador monseñor Sergio Obeso Rivera, arzobispo de Xalapa, en el estado mexicano de Veracruz.

Entrevistado un día después de haber concelebrado este domingo con el Papa Benedicto XVI, monseñor Obeso Rivera, quien llevó la última y decisiva parte del proceso de canonización del trigésimo santo mexicano, señaló que, para él, como sucesor de este gigante de la fe, «el listón de la santidad está muy alto».

Entre otras cosas, el prelado mexicano hizo hincapié en la dimensión pastoral del trabajo de Guízar Valencia. «San Rafael –aclara monseñor Obeso Rivera– siempre tuvo una visión de conjunto, siempre buscó lo mejor para la Iglesia y siempre estuvo del lado del Evangelio de los sencillos».

Consultado acerca del trabajo que llevó a cabo para que pudiera celebrarse la canonización, el arzobispo de Xalapa subrayó el celo de sus dos antecesores, obispos santos, que siguieron la huella de San Rafael, así como de la gran cantidad de personas que trabajaron para lograr que monseñor Guízar Valencia llegara a ser santo.

«Al Papa le tomó cuatro minutos ayer el pronunciamiento de la santidad de mi antecesor en Xalapa, pero es un proceso muy largo y muy serio. El Vaticano ve la santidad no solamente como una corona, sino como una constatación de que ha habido virtudes heroicas en el candidato», concluyó monseñor Obeso Rivera.

Por su parte, el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, José Guadalupe Martín Rábago, obispo de León, manifestó la alegría de los obispos mexicanos porque uno como ellos, el primer obispo de Veracruz, sea santo.

Agradeció a la arquidiócesis de Xalapa el trabajo realizado y constató que San Rafael será entronizado –ya lo era de facto– como patrono de la CEM en su próxima reunión de noviembre próximo.

Una delegación de 35 obispos mexicanos estuvo presente en Roma ayer domingo para la canonización de San Rafael Guízar Valencia. A los prelados los acompañaron numerosos sacerdotes y cerca de diez mil peregrinos, procedentes de todas partes de México y de algunos de los países de centro América donde San Rafael llevó, también, a cabo su acción pastoral.

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ZENIT Staff

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