CIUDAD DE MÉXICO, domingo, 5 noviembre 2006 (ZENIT.org–El Observador).- Este domingo, durante la misa del mediodía, el cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México, fue víctima de una nueva agresión por parte de un grupo de simpatizantes de movimientos populares radicales.
Ya durante la campaña política con motivo de las elecciones del pasado 2 de julio, el cardenal Rivera Carrera había sido agredido por grupos cercanos al Partido de la Revolución Democrática que apoyaban la candidatura de Andrés Manuel López Obrador.
En esta nueva agresión, en plena celebración litúrgica, en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, participaron unas 80 personas que se dijeron estudiantes y militantes de organizaciones no gubernamentales, quienes exigían que la Iglesia no se metiera más en la política nacional.
El motivo de la agresión, según sus mismos protagonistas, fueron las declaraciones del cardenal Rivera sobre la intervención de la Policía Federal Preventiva (PFP) en el conflicto que enfrenta a la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) con las fuerzas federales que intentan desalojarlos del centro de aquella ciudad (Cf. Zenit, 31 de octubre de 2006).
En aquella ocasión el cardenal Rivera Carrera subrayó que el uso la fuerza pública en Oaxaca era una opción necesaria: «Finalmente para eso tiene el gobierno la fuerza pública, debe hacer valer los derechos de los ciudadanos, no es para reprimir ni para aplastar un pueblo».
Con las manos y rostros pintados de rojo, simulando la sangre derramada durante la intervención policial en Oaxaca –las organizaciones cercanas a la APPO hablan de tres muertos, entre ellos un niño– increparon al cardenal Rivera en plena homilía de la misa dominical.
El personal de seguridad de la Catedral Metropolitana tuvo que intervenir para pedir orden a los manifestantes. Tras cerrar las puertas del recinto, la misa pudo continuar.