KIRKUK, jueves, 9 noviembre 2006 (ZENIT.org).- La «dramática situación actual de los cristianos iraquíes» exige la urgente convocatoria de un encuentro entre todos, exhorta el arzobispo caldeo de Kirkuk –norte del país- buscando la unidad explícita para contar más en el territorio y crecer en seguridad.
Se calcula que desde 2002 hasta la mitad de los 1,2 millones de cristianos de Irak -cuya población total es de más de 26 millones, en un 97% musulmanes- han abandonado el país en busca de refugio en Turquía, Jordania y Siria. La comunidad católica caldea es la mayor comunidad cristiana en Irak.
La urgencia del encuentro al que convoca monseñor Sako tiene su raíz en la «difícil y arriesgada» hipótesis de crear una «zona segura para los cristianos en Irak», explica el propio prelado a la agencia del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras «AsiaNews.it».
Tal idea, que -recuerda la agencia del PIME- recientemente ha hallado eco también en el episcopado estadounidense, contempla la posibilidad de crear una nueva región administrativa» -en torno a la provincia septentrional de Nínive- directamente vinculada al gobierno central de Bagdad, para ofrecer a los cristianos mayor seguridad y control de sus propias actividades (Zenit, 3 noviembre 2006).
La página web en árabe «ankawa.com» ha sido la plataforma desde la que el arzobispo ha lanzado su llamamiento, que también ha enviado a «AsiaNews». Publicamos su traducción.
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¡Llamamiento a un encuentro sobre el estado de los cristianos en Irak!
La dramática situación actual de los cristianos iraquíes exige organizar un encuentro general en el que participen todas las partes: los líderes de partidos cristianos (al menos ocho), los jefes religiosos (su papel consiste en orientar y en conservar los valores humanos, cristianos y nacionales y no hacer política), los intelectuales y expertos. Algunos expertos pueden ser musulmanes, a fin de poder estudiar la situación iraquí en general y la cristiana de modo especial. Al término del encuentro es necesario preparar un documento oficial sobre la situación iraquí y la postura de los cristianos al respecto.
La reunión debe preparase de manera seria, prudente, global y con el consenso de todos los participantes. Puntos a tratar:
– Elegir un nombre que una a todos los cristianos iraquíes. Por ejemplo: asirio-caldeos, caldeos, sirios, asirios, armenios. O bien cristianos, que incluye a todos. Su fuerza está en su unidad y en su peso cultural y económico: la división conduce a la pérdida de sus derechos y de su papel nacional en la construcción del país.
– Aclarar una visión objetiva e integral del futuro de los cristianos en Irak. Ellos, de hecho, se muestran marginados y débiles. Pero la culpa es suya, porque están divididos.
– Unir las peticiones en lo relativo a sus derechos y deberes como ciudadanos, tanto respecto a la Constitución iraquí como a la del Kurdistán, de forma que ambos textos satisfagan a todos.
– Acordar un plan para desarrollar los pueblos cristianos, donde la mayoría de la población se encuentra sin trabajo y con elevados alquileres. El proyecto debe valorar aspectos como: alojamiento, agricultura, escuelas, universidades privadas, centros culturales y sociales. Así se puede resolver el problema de la emigración, con todas las pérdidas de las capacidades de las personas que ello implica. Las instituciones religiosas europeas pueden ayudar y abrir misiones al menos en la zona segura.
– Formar un comité (un tipo de Liga) que una las diferentes actividades cristianas y que pueda convertirse en portavoz de los cristianos iraquíes, si bien respetando las peculiaridades de cada partido e Iglesia, sin perderse en detalles.
El objetivo es redactar un documento oficial claro en el que se subraye la historia de los cristianos en Irak y su contribución a las culturas -árabe, kurda, islámica- y en el que se muestre su postura hacia la actual situación.
+ Louis Sako
Arzobispo de Kirkuk
